A Dios le importa

Hay quien piensa que en este mundo hay parcelas que tienen que ver con Dios y otras muchas, la mayoría, en las que Dios no pinta nada. Y yo creo que no hay absolutamente nada en este mundo que no tenga que ver con su Creador.Es cierto que esto no lo he descubierto de golpe, más bien he tardado años en concretar esta visión en mi cabeza, quizá porque no soy demasiado avispada, pero al fin lo he visto. Ya te lleve años o fracciones de segundo, el hecho es que tu vida necesariamente tendrá que adaptarse a esta realidad nueva: "Todo es oscuro y está incompleto si le falta Dios".

Claro, porque si antes no importaba el hecho de levantarte como un rayo de la cama o remolonear hasta el absurdo, ahora sin embargo es de una diferencia trascendente. Porque a Dios sí le importa. Muchos me dirán que la diferencia es trascendente no por Dios, sino por tu trabajo, o por tus hijos, o por tus estudios. Pues no, es importante porque a Dios le importa.
Es que pensamos que este mundo tiene una existencia independiente de Dios. Vivimos como si Dios hubiese venido desde fuera para intervenir en nuestra existencia pero que podría ocurrir que el mundo siguiese su camino sin necesidad de intervención por parte de Dios. Pero no es así. El mundo existe porque Dios lo ha querido, porque nos ha querido tanto a los hombres que nos lo ha regalado para que podamos ser felices amándole a Él. Todo lo que se hace aquí es para ser felices con Él. Todo lo que hay en este mundo es parte de Él. Y si hacemos cualquier cosa que nos aleja de Él o en la que no le incluimos, le afecta a Dios y a nosotros, claro. Me explico con tres ejemplos desde lo más pequeño hasta lo más importante.

Uno puede beberse un vaso de agua y ni pensar en Dios. Pero es asunto de Dios, aunque no hayas caído. Es asunto suyo porque Él ha permitido que te lo puedas beber. Por tanto en ese vaso de agua puedes encontrarte con Dios o puedes creer que Dios no tuvo nada que ver y el vaso pasará sin pena ni gloria por tu vida.

Otro puede creer que puede coger 20€ de la cartera para comprarse chucherías y ni pensar en Dios. Pero a Dios le importa tanto si el dinero era tuyo y podías gastarlo como si lo has robado a un pobre. Y no pongo este ejemplo para criminalizar las chucherías, no, porque en mi ejemplo lo que agrada a Dios es que te compres las chucherías, que las disfrutes y que le des gracias por poder disfrutarlas y compartirlas con alguien que Dios se encargará de ponerte cerca.

También puedes hacer un trato con alguien con intención de romper la convivencia de tu país porque sacarás algún provecho y pensar que no es asunto de Dios. Pero a Él le importa porque te ha dado poder para que lo uses para servir a todos y no a ti mismo. Y si usas tu poder buscando tu propio interés a Dios le importa y le duele, mientras que si pones a Dios en el trato y buscas su agrado, será un trato mucho más justo con toda la creación.
Y quien dice Dios, dice Cristo que es quien nos ha mostrado de la forma más plena posible el rostro de Dios y su grado de implicación en este mundo.

Entonces digo: ”Todo es oscuro y está incompleto si le falta Cristo”.
Y por ello ahora trato de pensar en Dios en cada cosa que hago, por insignificante que parezca, y de forma maravillosa todo tiene sentido.

Comentarios

  1. Hola Agueda, gracias por el post. Cuando lo he leido me ha venido a la mente San Agustín y sus confesiones.

    “¡Tarde te amé, hermosura tan antigua y tan nueva, tarde te amé! Tú estabas dentro de mí y yo fuera, y por fuera te buscaba; y deforme como era me lanzaba sobre estas cosas hermosas que tú creaste. Tú estabas conmigo, pero yo no estaba contigo; me retenían lejos de ti cosas que no existirían si no existieran en ti. Pero tú me llamaste y clamaste hasta romper finalmente mi sordera. Con tu fulgor espléndido pusiste en fuga mi ceguera. Tu fragancia penetró en mi respiración y ahora suspiro por ti. Gusté tu sabor y por eso ahora tengo más hambre y más sed de ese gusto. Me tocaste y con tu tacto me encendiste en tu paz”.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias a ti Gonzalo por tu aportación de San Agustín. Me da mucha alegría poder comprobar que llego a conclusiones similares a a las de mentes tan profundas, doctas y santas. Un fortísimo abrazo.

      Eliminar
    2. Creo que solo los que hemos vivido la vida "sin Dios" y "con Dios", podemos apreciar la diferencia. Simples rutinas o en cambio ofrecimiento en cada cosa que hacemos. Es todo mucho más fácil contando con Dios. Ojalá llegue al corazón de todos cómo lo ha hecho al nuestro. Besos mil, my dear friend.

      Eliminar
    3. Hola mydearfriend!!! Que me gusta que me escribas por aquí, oye!!!GRACIAS sol y lo que tú dices: que todos abran su corazón a esta realidad y puedan vivir este gozo. Bsss

      Eliminar

Publicar un comentario

Cualquier cosa que me puedas aportar me gustará y la sabré aprovechar. Adelante!
Debido a varios ataques de spam a mi blog he tenido que activar la verificación de palabras para poder incluir un comentario. Siento las molestias.

Entradas populares de este blog

Ha llegado el momento

Hacerme nada

Apóstol del sufrimiento