De la nada al ser por puro amor

Hoy, después de un largo descanso, me animo a compartir con vosotros mi reflexión que siento que es como una revelación.Mi existencia, mi vida, como la de cualquiera de vosotros, parte de un acto en el que se pasa de la nada al ser por un acto de la Voluntad y del inconmensurable Amor de Dios. Ese Amor es tal que ni siquiera a sabiendas de mis infidelidades futuras a ese Amor, que El conocía, se retractó. Inconmensurable, vamos! ¡Cuánto me (te) quiere Dios mismo!

Y entonces pienso que mi pecado, que aborrezco por haberme separado de ese Amor, de la fuente de la vida, sin embargo es también una prueba real de la magnitud de ese Amor, ya que a pesar de él no me rechazó, no se echó atrás en mi creación. Me (te) quiere infinitamente más que mi (tu) pecado. El pecado, por más grave y aborrecible que sea, jamás será mayor que el Amor mismo.

Es por esto que creo que, aunque no me haga ningún bien regodearme en el pecado, tampoco debo olvidarme nunca de él. Y no para no volver a caer en él o para ser misericordiosa con los pecados de los demás, que también, sino para no perder de vista lo muchísimo que me quiere Dios.

No te retractaste de crearme porque siempre albergaste la esperanza de recuperarme, y así será hasta el día de mi muerte. Realmente mi vida ya jamás podrá ser vivida como antes, ignorando esto, no, ya nada puede ser igual. Este Amor, esta Verdad, se antepone a todo lo demás.

Comentarios

  1. Gracias querida amiga por el post. Después de plantearme todo lo que dices, con mucho acierto, me planteé lo que quiere Dios de mi (ti). Llegué a la conclusión de que quiere dos cosas: Tener una relación íntima, personal, conmigo (contigo), y verle a El en todas las personas. Actuar con todos como si tratáramos con El. "Que nadie llegue jamás a ti, sin que al irse se sienta un poco mejor y más feliz". Sta. Madre Teresa de Calcuta.

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    1. Querido Gonzalo, me encanta comprobar que mis reflexiones y las tuyas coinciden, aunque el orden haya sido diferente. En ello veo que el Espíritu Santo está detrás, lo cual me reconforta y me da mucha seguridad. Muchas gracias por leerme y escribirme. Un fortísimo abrazo :))

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