Lo que Lourdes me concedió

Cómo explicar lo que hemos vivido estos días. Cómo transmitir todo lo experimentado en el corazón en cinco días de peregrinación a Lourdes, de la mano de la Hospitalidad de Madrid.

No sé si podré, pero lo voy a intentar.
El sábado 12 de octubre, día de la Virgen del Pilar, se iniciaba esta aventura. No sé si eran 30 los autobuses que nos llevaron hasta Lourdes pero no me equivoco mucho, porque en total éramos más de 1500 personas, entre enfermos y voluntarios de la Hospitalidad. Qué momento tan fascinante el de la partida; verte de pronto formando parte de un mar de damas y camilleros hospitalarios uniformados de forma impecable, y de enfermos en sofisticadas sillas o con humildes tacatás, sintiéndote la persona más afortunada del mundo por estar ahí, y al mismo tiempo asustada por la incertidumbre del lío en el que te has metido, es algo que nunca olvidaré. Al principio me sentí un poco intimidada por la gravedad de la mayoría de enfermos que vi, y pensé que no iba a ser capaz de disfrutar o de relajarme, pero creo que la Virgen (del Pilar, o de Lourdes, qué más da) me tomó de la mano y me calmó.

Ya que esta peregrinación contó con la compañía del Cardenal Arzobispo de Madrid D. Carlos Osoro, voy a emularle en sus homilías y voy a resumirla en tres palabras: Agradecimiento, Regalos y Entendimiento.

Agradecimiento: desde el viaje en autobús y durante el primer día completo en Lourdes en mi corazón se repetía constantemente: gracias Dios mío. No pude evitar ser consciente de lo afortunada que soy al tener el esposo que tengo, siempre a mi lado, siempre preocupado por mí. Allí había muchos enfermos, casi todos solos, que venían de residencias, donde seguramente son muy felices, pero sin el calor de un Hogar. Casi todos sin hijos, solteros y muy, muy enfermos, quizá no tanto sus cuerpos, pero si sus mentes, es decir, sus corazones. Cuando vi esto en sus miradas, les cogí un cariño enorme. Pero el auténtico motivo de mi agradecimiento es el tomar conciencia de lo que la fe en Jesús ha hecho en mi vida, al ver lo que faltaba a muchos de los enfermos que había allí, y yo tenía por gracia de Dios. Solo puedo estar agradecida al Señor por haberme dado la fe, que hace que viva mi enfermedad con alegría y con un sentido sobrenatural que me ayuda a superar todas las dificultades.
También daba gracias sin parar por los besos, las caricias, las sonrisas, la ternura de todos los Hospitalarios que nos ayudaban; esto fue impresionante, ver cómo no pusieron una sola cara negativa ni una queja, y mira que los enfermos somos pesados, pues ellos estaban siempre felices de tender una mano. Pero más agradecimiento aun, al ver que no solo los Hospitalarios veteranos hacían esto, sino también los adolescentes que habían ido a echar una mano. Nadie diría que tenían 16, 17, 18 años, qué madurez mostraron en todo momento con enfermos, que de verdad estaban muy mal, caasi todos discapacitados, agresivos algunos, con las mentes trastornadas otros, no siempre impecablemente vestidos, sin controlar sus esfínteres, y muchas cosas más que no es necesario escribir aquí. Y agradecidos a Dios por el privilegio de formar parte de este chorro de gracias. Hicimos muchos amigos entre los hospitalarios, y también un buen puñado de enfermos que han hecho de nuestra peregrinación algo entrañable, divertido y muy especial. Gracias Perico, Susi, Blanca, José Manuel y Desi.

Regalos: el segundo día completo en Lourdes fue el de entrar en la piscina. Cuántas emociones se pueden llegar a sentir en este momento. Gracias a Dios una hospitalaria me dedicó un buen rato el día anterior para explicarme qué significaba el hecho de entrar en la piscina, me dio una catequesis preciosa. Así creo que iba bien preparada, sabiendo que me iba a desnudar ante María, me iba a presentar ante ella sin caretas ni disfraces, tal y como soy para entregarle todo lo que hay en mi corazón y pedirle lo que necesitase. Sí, le pedí mi curación, y no me la concedió, pero tampoco me produjo tristeza o desesperación este hecho, sino que acepté inmediatamente como la voluntad de Dios en este momento para mí. Pero la Virgen no me dejó sola ni un momento, y a partir de este pequeño sacrificio de la piscina, Ella empezó a derramarse en montones de regalos que nos hizo a Alejandro y a mí durante todo el día.
Nos pidieron que diéramos testimonio para los hospitalarios, y así lo hicimos, y resulta que lo que nosotros contamos llegó de verdad a los corazones de muchísimos de los que allí estaban, incluidos algunos enfermos, que nos hicieron saber los cambios tan grandes que se habían producido en sus corazones. ¿Puede haber mayor regalo? Creemos que es un regalo ver los frutos de nuestros pequeños esfuerzos e insignificantes actos de amor. Las muestras de cariño de todo el mundo ante lo que les habíamos contado, que para mí es bastante poco importante, sin gracia, sin demasiado jugo, pues a ellos les había transformado, y así nos lo hicieron saber con un inmenso cariño. Realmente creo que el Espíritu Santo es el artífice de la obra en sus corazones, que se vale de nuestro testimonio para tocarlos muy profundamente.
Después fuimos a la procesión con el Santísimo, y como llegamos tarde por las abundantes muestras de cariño, nos colocaron en el mejor sitio, frente al altar, en primera fila -nunca tantas veces en esta peregrinación se hizo verdad aquello de "los últimos serán los primeros"-. Cuando D. Carlos paseó la Custodia por los allí presentes, hizo un recorrido que me pareció extraño, pero supuso que se parara un buen rato justo donde Alejandro y yo estábamos, y fue como un guiño de María, un privilegio inmerecido, pero que recibimos con alegría y emoción. Hubo tantos regalos de este estilo que no nos queda duda del cariño especialísimo que nos tiene María.

Entendimiento: El último día completo en Lourdes fue precioso, porque empezamos recibiendo el Sacramento de la Unción de enfermos y en ese momento tan emotivo y de cercanía del amor de Dios, el sacerdote dijo unas palabras que expresaban a la perfección lo que yo llevo meditando tiempo y me permitió expresar y entender todo lo que había significado Lourdes. Dijo: "el buen Dios, quiero decir nuestro Cristo, necesita que las almas se entreguen a Él para poder sufrir en ellas. Quiere seguir rescatando al mundo siendo el Cristo crucificado, y vuelto a su Padre no puede ponerse en la cruz más que en las almas que se prestan a Él."
Con esta tan bella forma de expresar lo que yo vivo en mi corazón, con mi ELA, fuimos a misa, y a pesar de ser el día de santa Teresa de Jesús, se leyó un Evangelio de Juan, que no se correspondía con el que tocaba. Este Evangelio decía: "El que quiera servirme, que me siga, y donde esté yo, allí también estará mi servidor; a quien me sirva, el Padre lo honrará." (Jn 12,26) Es el Evangelio del grano de trigo que ha de morir para dar fruto, pero a mí me llegó este último versículo porque entendí que mi ofrenda en la enfermedad, para que Cristo pudiera seguir crucificado en mí, iba a valerme el premio de la vida eterna, porque Él lo ha dicho, soy Su sierva y estaré con Él.

No puedo relatar aquí todos los detalles, todos los gestos de cariño desde que hemos vuelto, de personas totalmente insospechadas, pero va quedando todo en mi corazón.

Este escrito pretende honrar a todos los que han hecho posible esta peregrinación y especialmente pretende mostrar que Dios actúa hoy también, que la Virgen es Su mediadora y que solo hace falta mirar con los ojos del corazón, con los ojos de la Fé.

Comentarios

  1. Muy emocionante tu relato, Águeda... me alegro de que vivierais, Alejandro y tú, esa experiencia con tanta intensidad y amor... sois un ejemplo!! 2����

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    1. Gracias Asun, espero haber sabido transmitir aunque sea un poco. Un beso

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    2. Gracias Agueda por ese testimonio tan especial y conmovedor.

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  2. Águeda, muchas gracias por tu testimonio, una vez más, de Fe, Esperanza y muuuucho Cariño. Eres capaz de apreciar todos los regalos del Señor siendo tú misma un Regalo, un Don. Alejandro comparte contigo esta gracia. Un fuerte abrazo a los dos!!!

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    1. Muchas gracias 🤗 un fuerte abrazo

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    2. Cuanta grandeza de corazon agueda..que dios y la virgen os sigan bendiciendo.gracias gracias x vtro. Enorme ejemplo

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    3. Gracias! Que nos bendigan a todos!!!!

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  3. Miguel Rodriguez Rey19 de octubre de 2019, 15:04

    Gracias mamá por lo mucho que me enseñas cada día. Que suerte que seáis mis padres. ¡Os quiero muchísimo a los dos! Que Dios os bend... Siga bendiciendo ;)

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    1. Gracias Miguel, eres un sol, y eso que nos siga bendiciendo a toda la familia. Un beso enorme no lo sé

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  4. Doy gracias a Dios por estar tan cerca de tí, porque ÈL habita en tí Águeda.
    Gracias por ser un epicentro de Fe, y ejemplo de lo que Dios nos pide, aceptación, entrega y amor.
    Gracias Águeda y Alex.

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    1. Querida Carmen, yo sí que doy gracias a Dios por tu presencia en mi vida, de hecho ya me has ayudado en una crisis respiratoria, eso sí, con baile de butaca incluido 😝 Un beso reina 😘

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  5. Águeda no tengo ELA tengo esclerosis múltiple y he encontrado mi camino no sin mucho esfuerzo y ayuda. Visite Lourdes hacecubos años y me pareció un lugar "mágico". Siempre he sentido cerca. María y por aquel entonces descubrí mi camino...Entrando ya en temas terrenales te recomiendo que mires el MMS que ha tenido algunos buenos resultados al parecer con esta enfermedad y de hecho hay un reglamento europeo que lo clasifica como medicamento huérfano pues es bueno, bonito y barato y a las farmacéuticas no les interesa. Mucho ánimo y sobre todo mucha FE.Hugo

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  6. Querida Águeda, que bonito como lo cuentas todo y la alegría que transmites a pesar de todos tus males. No dudo ni por un momento, que la Virgen está siempre a tu lado y te acarícia, y os da esa fortaleza y alegría de vivir a Alejandro y a ti. Yo no puedo más que agradecer a Dios haberos conocido y llevaros un poquito en mi corazón. Un enorme abrazo.

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    1. Gracias Begoña!! Me encanta tu comentario y yo también doy gracias por conoceros a ti y Olaf, sois muy entrañables para mí :D Que Dios os bendiga!!

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    2. Juan y yo, os deseamos lo mejor, que vuestra entrega y amor a la Virgen nos ayude también a nosotros. Mil gracias.

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    3. Querida Begoña, pensé que el mensaje de la anterior Begoña era de otra persona, pero entiendo que es tuyo también. Es igual, opino de la misma forma que he escrito tanto para Begoña y Olaf como para Begoña y Juan. Muchas gracias por ser tan cariñosos con nosotros y estar siempre ahí aunque no nos veamos tan a menudo como nos gustaría...besos

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  7. Agueda, Alejandro ¿sois conscientes del bien que nos hacéis a los que realmente estamos enfermos de Espíritu? No sé todavía la misión que Dios me tiene encomendada en esta vida, pero no tengo ninguna duda de la que os ha encomendado a vosotros.
    Le doy gracias por haberos cruzado en mi camino (nunca mejor dicho :-)

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    1. Gracias Rafa por escribirme, y no, realmente no somos muy conscientes, pero damos gracias a Dios si todo sirve para bien de alguien. Eso nos haría muy felices. Un beso muy fuerte y me ha encantado charlar contigo ;-)

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    2. A ti Agueda. Y nos vemos en la nieves. Este año sí !! :-)

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