Milagros


El afligido invocó al Señor, él lo escuchó y lo salvó de sus angustias. Sal 33,7

No sé por qué tenía este versículo en mi cabeza al despertarme, pero me puse a rezar con él; y todo el tiempo me venía que el que pone su confianza en el Señor -y yo así lo hice desde el momento de mi diagnóstico- Él lo escucha. Le daba las gracias a Dios de todas las angustias de las que me había liberado y las iba repasando una a una. 

Desde la primera angustia, que fue ese pozo negro en el que me encontraba y del que me rescató por su infinita misericordia, hasta todos y cada uno de los milagros que he visto realizados en mi persona; y pensaba que tendría que contárselos al mundo. 

Después de esta oración, al llegar a misa, en el salmo se repitió: "Recordad las maravillas que hizo el Señor”, y para mí fue como una confirmación de que debía hacerlo.

Algunos de estos milagros los he contado ya en diversas ocasiones pero creo que nunca en este blog. Así que me dispongo a escribir sobre los principales a continuación, con mucho pudor, pero creyendo que hago la voluntad de Dios.

Primer milagro: Recién diagnosticada de ELA con todavía el miedo metido en el cuerpo comprendí que no estaba preparada para morirme y que si lo hacía tal y como estaba me iría al infierno. Ante esa idea angustiosa le pedí desde el fondo de mi corazón a Dios tiempo para arreglar las cosas y reconciliarme con Él.

Ciertamente me concedió tiempo, no solo porque lleve ya más de 12 años enferma, lo que es bastante excepcional, sino porque durante los primeros 5 años la enfermedad estuvo detenida en mi mano derecha y esto solo puede ser por un milagro. 

Además, el Señor me dio una pista para saber que Él estaba detrás y fue a través de un pasaje de la Biblia que me encontré en una ocasión que le pedí al Espíritu Santo que me iluminara. Fue el pasaje donde se relata lo que le ocurrió al rey Ezequías, descendiente de David, cuando enfermó y pidió tiempo, como yo, y le fue concedido, como a mí. Está en Isaías 38; os animo a buscarlo.

Segundo milagro: Luego le pedí a Dios -también desde el fondo de mi corazón y con mucha insistencia- la conversión de Alejandro; entendí que, sin fe, su parte iba a ser insoportable. Y no se hizo esperar, ocurrió en febrero de 2016 y la historia es fantástica, llena de detalles de Dios para que nunca tuviéramos dudas de que Él estaba detrás.

A través de nuestra madre María, todo se empezó a gestar en Caná de Galilea (Israel) en 2015 a donde fuimos de peregrinación; allí la Virgen se encargó, como en el milagro de las bodas de Caná, de pedir a Jesús el milagro para los novios ‐en este caso para el novio, que necesitaba convertirse. Pero no sería hasta febrero de 2016 cuando ocurrió; eso sí, sucedió en la Catedral de la Almudena para que no se nos olvide que es ella la que nos consigue todas las gracias de parte de Dios. Hubo un último detallito muy bonito y es que fue el día de Santa Águeda, 5 de febrero, para que entendamos que la oración hecha con fe es necesaria y siempre da fruto ¡mi oración daba fruto precisamente el día de mi santo!

El relato de la conversión de Alejandro está contado con todo lujo de detalles en el libro "Alejandro y Águeda. Fe, esperanza y amor en la cruz de la ELA" de Borja Martínez-Echevarría de la editorial Gospa Arts que se puede adquirir en:


https://www.gospaarts.org/producto/alejandro-y-agueda/


Tercer milagro: Este milagro, que recordé durante esa oración matinal, fue algo muy íntimo por lo que no suelo contarlo, pero hoy me voy a animar e intentaré relatarlo de la forma más delicada posible.

Era el momento de mi ermedad en que empezaba a tener dificultades con mi aseo personal, aún podía peinarme y ducharme, pero empezaba a ser muy difícil asearme después de ir al baño (ya me entendéis). Ceder ese testigo a mi esposo era algo que tenía que llegar tarde o temprano, pero lógicamente no me hacía ninguna gracia y esto se complicaba aún más con todo lo relacionado con la higiene propiamente femenina, así que le pedí a Dios otra cosa desde el fondo de mi corazón: le dije que me concediera una menopausia precoz para evitar de ese modo a mi esposo todo lo relacionado con este asunto y así fue. Con 49 años cuando empezaba a necesitar ayuda en el baño se cortó de raíz. Me siento un poco como la hemorroisa del Evangelio, no solo por la naturaleza del milagro, sino por la vergüenza y apuro que me producía pedir estas cosas -no me cuesta imaginarme acercándome por detrás para tocarle el manto a Jesús.

Cuarto milagro: El último milagro que os cuento aún tiene que completarse, pero por el momento no me puedo quejar con lo que ya me ha dado Dios. Desde el principio de la enfermedad me preocupaba el momento en que no pudiera comunicarme con la palabra y un día que le dije al Señor: "habla que tu siervo escucha", con esta inquietud de mi interior, abrí la Biblia y leí el salmo 137(136), exactamente los versículos 5 y 6, que dicen:


"Si me olvidara de ti, Jerusalén, que se paralice mi mano derecha; que la lengua se me pegue al paladar si no me acordara de ti, si no pusiera a Jerusalén por encima de todas mis alegrías"


Los recibí como una promesa de que no perdería la capacidad de comunicarme porque nunca me olvidaría de Jesús; era como un pacto que hacía con Dios y lo cierto es que a día de hoy sigo hablando, aunque me cuesta mucho más que antes, me canso mucho y no se me entiende del todo bien. Es importante destacar que mi enfermedad empezó paralizándome la mano derecha, y no creo que esto haya sido un castigo por haberme olvidado de Jesús durante tanto tiempo de mi vida, sino más bien el detalle por el que podía darme cuenta de que es un mensaje de Dios especial para mí. 

Y hasta aquí puedo contar, pero me comprometo a seguir contando mis milagros porque habrá más seguro, ya que no dejo de pedir desde el fondo de mi corazón con insistencia. No dejéis de uniros a mi oración 🙏🏻. 

NOTA: Este post me ha costado muchísimo escribirlo, no solo por ser un tema íntimo y que muchos considerarán inapropiado o infantil, sino porque ya no utilizo ninguna de las dos manos y he tenido que dictar el texto al teclado del móvil, y como no se me entiende bien, por las dificultades del habla, unidas al uso de un respirador, ha sido necesario hacer infinidad de correcciones para lo que he tenido que aprender a utilizar una aplicación llamada EVA Facial Mouse, que a través de los movimientos de mi cabeza recogidos por la cámara del móvil, mueve un puntero de ratón para pulsar tecla a tecla. Es un proceso lento y cansado.

 

Comentarios

  1. Tienes muchas cosas que hacer todavía Agueda. Muchas personas a las que rescatar con tu vida. Y tienes mucho que presenciasr y por lo que dar gracias y alabanzas al Señor. Mar

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    1. Gracias Mar! Que Dios te bendiga y... ¡Feliz Pascua de Resurrección!

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  2. Feliz Pascua de Resurrección, querida prima Águeda.

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  3. ¡Ale valiente y trabajadora!
    Águeda me gusta ver el rostro de tus palabras, tu mirada y tu tubo, costara, pero son parte de ti. Gracias por ponerte TU, delante de tus pensamientos sentimientos.
    (En la misma medida, yo tampoco oculto en las fotos mis muletas, y si, mucha gente lo hace)
    Todo lo que no saques de ti, se perderá sino lo comunicas y además verbalizándolo, a todos nos ayuda a ordenar pensamientos y sentimientos. Y más, si se hace por escrito.
    ¡Pero chica! no te pases, vaya tocho te has metió… (al poner tu nota final se valora más, es justo saberlo y reconocerlo)
    Bravo tercer milagro! Tú, por contarlo, el Alejandro-Simón por hacerlo, le honra, a veces no hace falta ir a una guerra para demostrar valentía, ni hombría.
    Los dos sois ejemplos para vuestros hijos.
    Y dices …"no perdería la capacidad de comunicarme", “no pudiera comunicarme con la palabra”, leo y te preocupa, pero viviendo en estos tiempos, tan rápidos de avance de tecnología, (suerte?) pienso, eso será difícil, dejar de comunicarte dependerá más de ti, de tu esfuerzo y ánimo y adaptación a las nuevas tecnologías.
    De momento me apunto esa aplicación que estas aprendiendo a usar para cuando me toque.
    A mí también me gusta leerte, Dios está contigo, se ve, se lee, se cree y es así, aun no habiendo milagros.
    Ni aun bajando Jesús de la Cruz en Jerusalén, gran milagro superstar, todos hubieran visto, leído y creído en Dios vivo.
    ¡Ale valiente y trabajadora Tú y tu familia!
    ¡Feliz Paso a la Vida!

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    1. Muchas gracias por tu súper comentario, que yo me habré marcado un tocho pero anda que tú 🤪, pero que conste que a mí me ha encantado leerte, siempre me sacas una sonrisa ¡feliz Pascua de Resurrección!

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  4. Madre mía, creo que soy un desastre y no sé publicar mi comentario. Con Con todo lo que te decía...

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  5. Pues luego lo escribo otra vez! Que parece que ya sé. Soy Ana, tu amiga, ña mujer de Manolo.

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  6. Querida Águeda, cómo siento que se me haya borrado el anterior comentario, otro bueno, igual es por algo...tú y yo creemos que las casualidades no existen, verdad?
    Estuve contigo la misma semana que te diagnosticaron la ELA y tú misma me lo contaste serena y tranquila, lo cual, en sí mismo, ya es un acto de valentía y, en cierto modo, sobrenatural. Esa valentía y serenidad que sólo puede emanar de Dios. De modo que yo creo que los milagros ya habían empezado mucho antes de que tú lo supieras...
    Luego, pude ver la transformación profunda de una familia normal, fue gradualmente, en una familia que transmitía alegría y felicidad, a pesar de tu diagnóstico. Después, también viví mucho tiempo viendo cómo la ELA estaba paralizada durante cinco años. ¿ Te acuerdas que adelantaste un año la Comunión de tu hija Alejandra por si no llegabas?. Otro milagro.
    No sabía nada sobre los temas íntimos femeninos de los que hablas pero yo creo que la actuación de nuestra Madre la Virgen seguro que está detrás. Pero, además del tremendo milagro de la conversión de Alejandro, al cual admiro y respeto tanto, tanto y que, sin duda, ha hecho posible que vuestra familia esté viviendo esta cruel enfermedad en un acto de entrega absoluta que hace con verdadero cariño y amor hacia tí y no esté siendo tan duro el camino , lo verdaderamente milagroso es tenerte a tí, Águeda, ejemplo de abnegación, aceptación, alegría y entrega hacia los demás para ayudarnos a todos, a pesar de la Cruz con la que tú lidias cada día. Le doy gracias a Dios por dejarte con nosotros mucho tiempo más porque no eres consciente de todo el bien que haces. Te quiero mucho. Ana.

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  7. Querida Ana, gracias mil por tu cariñoso comentario. Estoy feliz de ver lo mucho que me quieres y de comprobar que tienes mucha más fe de lo que crees. Que Dios te bendiga 🙏🏻

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    1. Me has hecho llorar, Agueda, que Dios te bendiga todos los días y a tu increíble familia también! Necesito todavía mucha más fe para llevar mi Cruz, porque todavía se me hace muy duro, pero que Cruz no lo es? Espero verte la semana que viene y salir " flotando de la serenidad y paz" que si empre me das. Un beso enorme!

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  8. Agueda, da gusto leerte. Besos enormes desde vuestro Bilbao querido...

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  9. Un fuerte abrazo en Cristo y unidas, claro que sí en la oración. Mil gracias por vencer tu pudor y explicar como Dios te ha hablado. Un abrazo enorme de Merche.

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    1. Muchas gracias Merche,que Dios te bendiga 🙏🏻

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  10. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

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