Entradas

Mostrando entradas de octubre, 2021

Ya en el Siglo I...

Imagen
No puedo con lo de la muerte digna. Como si morir, asunto más natural imposible, requiriera mejoras; como si fuéramos capaces de crear una versión mejorada de la Creación misma. Nuestra dignidad no podemos dárnosla nosotros mismos, porque no sería tal. La dignidad es inherente al ser humano por el hecho de serlo, porque nos la concede, como un don, quien está por encima de nosotros. Y por eso no hay nada que podamos hacer para aumentar, aunque sí para pisotear, nuestra dignidad. Parece como si fuera más digno morir de una teja en la cabeza, que morir luchando contra el cáncer hasta el último minuto. Y realmente lo que es es menos meritorio. La muerte más meritoria que conozco es la de Cristo, porque es la del más inocente y la que más amor derrama, pero ya lo dice San Pablo, escándalo para los judíos y necedad para los gentiles (cf 1Cor 1,23). Quien no ve a Dios ahí es quien piensa que su dignidad cayó por los suelos, es quien piensa que ya podían haberle quebrado las piernas antes – e