Entradas

Mostrando entradas de noviembre, 2014

Directamente al Cielo

Imagen
El otro día pasé una tarde fascinante con mi marido, unas amigas y cientos de personas que queríamos escuchar y conocer a María Vallejo-Nágera, además de unirnos en oración por las "benditas almas del purgatorio". Y aunque salí muy contenta y enriquecida con lo que allí oímos y vivimos, no puedo evitar reconocer un ligero sentimiento de inquietud.

Carta abierta

Imagen
Querido Mario: Quiero escribirte esta carta porque conocerte no ha sido algo superficial, liviano, sin importancia. Muy al contrario, sin desmerecer nada ninguno de los momentos y personas que rodearon nuestro encuentro, encontrarme contigo es lo mejor que me ocurrió ayer. Y esto te lo digo después de una noche agitada precisamente por el instante que duró tu mirada suplicante fija en mis ojos. Me inquietaste, me has robado el sueño, pero te estoy inmensamente agradecida. Frecuentemente aprendemos mucho más los que, en un acto de vanidad, pretendemos enseñar algo a alguien que pensábamos que necesitaba nuestras palabras. Y no digo que no las necesitaras, digo que quizá yo necesitara más que tú, tu reto y tu mirada. Me retaste con tu "¡Véndeme la Iglesia!" y respondí con mi habitual torpeza, hablándote de cosas que quizá no estabas listo para escuchar. Pero hubo un momento, en el que se borró todo lo de alrededor, y nos quedamos solos tú y yo, y tus ojos fijos en los míos. En