Reflexiones del alma:

Estamos viviendo una época muy estresante porque nos apabullan con noticias altamente negativas, en temas de corrupción, relacionadas con la economía, catástrofes naturales o medioambientales, guerras, terrorismo salvaje, secuestros, violencia, pederastia,... Yo llamaría a este estrés, angustia social . Esta sobresaturación de negatividad no ayuda en nada a #LevantarELAnimo . A mí me gusta mucho leer periódicos, y ahora con Twitter estoy informada al segundo de todo lo que ocurre. Francamente tengo momentos de desesperación (algún post y tuit me han salido a veces en plan desahogo por acumulación de angustia social). Reconozco que tal y como están las cosas caigo con frecuencia en este estado, pero con la misma frecuencia me propongo #LevantarELAnimo . Me pasa mucho que oigo una noticia, por ejemplo sobre un padre que mata a sus hijos pequeños por venganza hacia la madre, y siento angustia porque la sociedad está enferma; ya no hay valores firmes, ya nada es valioso, ni la vida mi

#LevantarELAnimo cuando uno no se encuentra bien de salud es muy difícil. Escribo hoy este post sin saber si conseguiré desgranar lo que se puede hacer para conseguirlo. Recuerdo un día que teníamos reunión de familias y yo tenía que leer un testimonio; y me fue físicamente imposible ir a la reunión; no pude levantarme del sofá porque me creía morir. Por esas fechas también tenía que ir a la Primera Comunión de mi ahijada. Fui, pero me encontraba tan mal que no pude ni comer y en seguida me busque un refugio para apartarme de la reunión. En esas dos ocasiones, mi estado era tan lamentable, que me fue imposible animarme. Y en ambas ocasiones me estaban medicando con pastillas para aliviar no sé qué, que me estropeaban todo lo demás. ¡Así son los médicos! Esto lo cuento porque quiero diferenciar entre encontrarse mal porque te dan algo que te fastidia, y encontrarse mal porque tu salud no está bien. Yo lo veo diferente, porque yo sufro ambas situaciones y reacciono de forma distin

Yo quería empezar con esta reflexión sobre "cómo me siento cuando alguien me falla y qué hacer para #LevantarELAnimo" ;  y precisamente en plena meditación sobre el asunto, me llamó una amiga para desahogarse porque alguien no había hecho lo que ella sí hubiera hecho. En mi vida ha habido muchísimas ocasiones en que he esperado que alguien hiciera algo que yo hubiera hecho, y me he sentido defraudada. En esos momentos de decepción he llorado de rabia, me he sentido como una tonta "por haber confiado", y me he dicho: "nunca más confiaré en nadie". Obviamente estaba equivocada. No se puede vivir sin confiar en la gente. He aprendido que no debo esperar de nadie, que haga las cosas que yo haría o que no haga las que yo no haría. No es desconfianza, sino respeto por el momento de aprendizaje de cada uno. Yo me considero muy tardía en muchos aprendizajes de la vida y por eso trato de identificarme. Me he dado cuenta de que yo también habré fallado a mucha