La felicidad como terapia
Todos los que me habéis leído alguna vez sabéis que mi postura ante la vida es disfrutar de ella, a pesar de las grandes dificultades que me pueda encontrar, sacando el jugo a cada instante y sonriendo mucho. Y sabéis que esto lo digo y lo vivo desde una realidad nada sencilla; no digo que la peor del mundo, ya que hay mucha gente en situaciones mucho más dramáticas, pero no sencilla.