Él tiene que crecer y yo tengo que menguar
Esta frase la pronunció Juan el Bautista al proclamar a sus seguidores que él era sólo el que venía delante de Jesús y se compara con el amigo del esposo "Quien lleva a la esposa es el esposo; en cambio el amigo del esposo, que asiste y lo oye, se alegra con la voz del esposo" (Juan 3,29).