Entradas

Mostrando entradas de 2021

Metáforas

Imagen
Me he acordado últimamente de esa historia tan gráfica que circulaba por las redes y que yo recuerdo de esta manera: una escena en la que un niño juega a los pies de su madre mientras ella está tejiendo un tapiz; el niño cuando mira hacia arriba sólo ve hilos entrecruzados sin sentido ni orden y nudos que lo afean todo, pero, cuando la madre coge al niño en su regazo, puede ver la parte principal del tapiz y ve un paisaje maravilloso. He pensado en esta historia al meditar sobre la dificultad para comprender el sufrimiento por parte de muchas personas, bueno, por parte de todos, porque a mí también me cuesta comprenderlo; somos como ese niño cuando miramos el revés del tapiz; vemos algo feo y sin sentido y nos cuesta mucho imaginar lo que hay detrás, lo que Dios quiere hacer con esos nudos y esos hilos entrecruzados y aparentemente desordenados.  No he meditado nada nuevo, ya que el sentido de esta historia era exactamente éste, el hecho de que vemos la realidad desde el lado trasero d

Por qué digo que soy feliz

Imagen
El otro día Alejandro y yo dimos un testimonio ante veintitantos chicos de alrededor de 20 años; el testimonio fue bien, pero fueron mejores aún las preguntas que nos hicieron al final. Todas ellas eran profundas y mostraban un gran nivel e inquietud en estos chicos. Cuando das un testimonio nunca estás suficientemente preparado para contestar a preguntas abiertas y en esta ocasión yo me sentí francamente inexperta; sé que, en gran medida, es culpa de ese pecado de vanidad que arrastro desde siempre, pero lo cierto es que en todas me sentí acorralada y me quitaron el sueño de la noche meditando y reflexionando sobre qué hubiera sido mejor contestar.  Una de estas preguntas decía algo así como que yo había dicho que, a pesar de mis sufrimientos, mi vida era feliz y que cómo era capaz de decir que era feliz, qué aspectos concretos me hacían decir esto, cómo se podía saber que la vida es feliz en mis circunstancias. La pregunta se las trae. Me vino de pronto algo que había recordado en mi

Ya en el Siglo I...

Imagen
No puedo con lo de la muerte digna. Como si morir, asunto más natural imposible, requiriera mejoras; como si fuéramos capaces de crear una versión mejorada de la Creación misma. Nuestra dignidad no podemos dárnosla nosotros mismos, porque no sería tal. La dignidad es inherente al ser humano por el hecho de serlo, porque nos la concede, como un don, quien está por encima de nosotros. Y por eso no hay nada que podamos hacer para aumentar, aunque sí para pisotear, nuestra dignidad. Parece como si fuera más digno morir de una teja en la cabeza, que morir luchando contra el cáncer hasta el último minuto. Y realmente lo que es es menos meritorio. La muerte más meritoria que conozco es la de Cristo, porque es la del más inocente y la que más amor derrama, pero ya lo dice San Pablo, escándalo para los judíos y necedad para los gentiles (cf 1Cor 1,23). Quien no ve a Dios ahí es quien piensa que su dignidad cayó por los suelos, es quien piensa que ya podían haberle quebrado las piernas antes – e

Mi oración testimonio

Imagen
Hoy he dado un breve testimonio en una parroquia y lo he hecho frente a Jesús sacramentado por lo que he necesitado convertirlo en oración.  Algunos han querido que les permitiera tener la oración para poder rezar con ella. Así que he decidido que, aunque es la intimidad de mi corazón con Jesús, la comparto en mi blog.  “Aquí estoy Señor para hacer tu voluntad” ¿te acuerdas Jesús cuando te dije esto desde el fondo de mi corazón? Fue porque me hiciste saber que habías muerto por mí; eso ya lo sabía de antes, pero no de la manera que lo supe a partir de entonces; me interpelaste de tal modo que me cambió la vida. Después de un tiempo permitiste en mi vida una enfermedad durísima, la esclerosis lateral amiotrófica, la ELA, que poco a poco iba a ir quitándome la movilidad de todos los músculos de mi cuerpo, hasta los músculos respiratorios, que me iba a dejar sin la posibilidad de hablar y de tragar y que en pocos años me iba a quitar la vida. ¡Qué mazazo tan grande! Te pedí tiempo para ha

Todo lo bueno es don

Imagen
El cuarto misterio gozoso del Rosario, la presentación de Jesús en el templo, siempre me sumerge en una idea: la Virgen era completamente consciente de que todo lo que tenía era don de Dios, por supuesto su hijo Jesús, pero no solo, también su entrega incondicional y su alegría, la acción diligente de la Visitación a su prima y la mirada atenta en Caná, eran fruto de un don de Dios.  A veces me he preguntado si Ella era consciente de haber sido concebida inmaculada; y no sabría decir, pero en cualquier caso habría sabido que es un don de Dios absolutamente gratuito.  Estaba cumpliendo la Ley al presentar a su hijo en el templo, pero nuevamente no solo; estaba haciendo lo que era de justicia: entregar a Dios lo que es Suyo. Esta idea me traslada siempre al ofertorio de la Misa.  A mí me gustaría no atraer ninguna mirada si no es para mostrar a Cristo. De verdad es así, aunque a veces me haya alegrado haber sido el foco. Incluso entonces, ojalá no lo hubiera sido; sería verdaderamente hu

Elegir la cruz

Imagen
Hay muchos cristianos que viven lo que se ha llamado la resignación cristiana como si fuera algo positivo y deseable. Y ciertamente es un paso adelante en la vida espiritual. Es preferible resignarse que rebelarse.  Pero un cristiano no puede conformarse con esto puesto que ha de conformarse con Cristo. Eso hacemos cuando comulgamos, hacernos uno con Él.  Jesús no se resignó a morir en la cruz, se presentó voluntario y la eligió. Nadie me quita la vida sino que yo la entrego libremente (Jn 10,18) . Y esto es lo que marca la diferencia. Para mí en esto consiste la verdadera conversión, en elegir la cruz. Este es el auténtico escándalo de la cruz -en tiempos de Jesús y ahora-, que eligiendo la cruz el mundo se transforma. Jesús transformó el mundo abriendo una brecha con forma de cruz en la muralla que protegía el Cielo del asalto de los hombres que pretenden ser como dioses. Y nosotros podemos transformar el mundo eligiendo nuestras cruces.  Hay una gran crisis de fe porque los cristi