La familia, reflejo de los atributos de Dios

Mi familia según Irene Nieto
Mi familia según Irene Nieto
Éste podía haber sido el título de la charla que el Obispo de San Sebastián, José Ignacio Munilla, dio a unos padres privilegiados, el 20 de noviembre en el colegio Orvalle de Las Rozas de Madrid. Empezó como improvisando y por eso no dio un título concreto a lo que iba a decir, pero tenía clarísimo a qué iba a dedicar el tiempo. Y eso me gustó, como me gustó todo lo que dijo, el enfoque que le dio, las anécdotas que utilizó, las contestaciones que dio a los oyentes que se animaron a preguntar algo.


Yo apunté algunas cosas que me parecen tan importantes que quiero plasmarlas aquí. Voy a utilizar palabras suyas junto con mi manera de expresar lo que entendí, por lo que entrecomillaré muy pocas cosas, pero trataré de ser muy fiel al mensaje. Empezó diciendo que para describir a Dios se suele emplear a la familia como metáfora, pero él iba a hacer lo contrario: iba a emplear los atributos de Dios para describir cómo debe ser la familia. Y por causa del escaso tiempo se iba a centrar en cuatro solamente ¡Fueron más que suficientes!


  • El primer atributo del que habló es la Omnipotencia, Infinitud de Dios. Tuvo gracia algo que dijo que hacen algunos frente a este atributo: piensan que tiene mala prensa entre la gente y en las hojas parroquiales lo tachan y sustituyen por "cercano". Lo realmente extraordinario de Dios es que siendo omnipotente, decidió hacerse cercano, encarnándose en un pobre niño indefenso. Y Dios quiere que los padres seamos infalibles ante los ojos de los hijos. Quiere que para nuestros hijos seamos todopoderosos. Dios no quiere que seamos débiles y vacilantes ¡Pero lo somos, tenemos debilidades, caídas! Para poder ser como Dios quiere, debemos poner toda nuestra confianza en Dios, que sí lo puede todo. Y entonces, cuando nuestros hijos vayan descubriendo que no somos perfectos, les haremos ver que quien nos sostiene es Dios y que es Él el que nunca falla

  • Después habló de la Bondad y Misericordia. Misericordia es el amor de Dios proyectado sobre los míseros. Hay que sentirse mísero para poder recibir la misericordia de Dios. El que no tiene miserias no puede experimentar la misericordia de Dios. Pero todos tenemos miserias. Dios, al igual que en la familia, no nos ama por ser "amables", nos ama porque así lo ha querido y los padres debemos amar a nuestros hijos de la misma forma. Y si tienen miserias hay que darles misericordia. Cuanto menos se merece alguno ser amado, es cuando más necesita ser amado. Así es Dios.

  • Luego recalcó los atributos de la Simplicidad, Unicidad. Las personas no somos simples y menos aún uniformes. Pero Dios quiere que seamos "uno", como queda claro en este pasaje del Evangelio según S. Juan“Yo les he dado la gloria que tú me diste, para que sean uno como nosotros somos uno: yo en ellos y tú en mí, para que sean perfectamente uno, y el mundo conozca que tú me has enviado y que los has amado a ellos como me has amado a mí.”Juan 17, 22-23En la familia todo debe ser "nosotros" en lugar de "yo". Comunión en lugar de autonomía. Como somos plurales esto parece muy complicado pero Dios tiene sus mecanismos: primero te implica, luego te complica, pero luego te simplifica. Como somos uno, unos son el apoyo de los otros y cuando el otro cae, el primero le sostiene. Para ilustrar esto habló del Camino de Santiago que hizo con unos chicos de su parroquia: todos tuvieron días malos, pero Dios quiso que no fueran todos a la vez.

  • Y por último habló de lo Eterno, Inmutable. El mundo en el que vivimos cambia vertiginosamente, pero en esto la familia debe permanecer. Al permanecer debe conservar las tradiciones. Parece que es ir contracorriente, pero es inmaduro el que confunde progreso con velocidad. El maduro identifica tradición con estabilidad. La familia cristiana sólo debe moverse hacia la conversión.

Luego añadió más cosas, cuando le preguntaron algunos del público. Por ejemplo, ante el hecho que se vive hoy en día de que nuestros hijos lo tienen todo, dijo que es muy bueno vivir al menos una renuncia al día, porque el que nunca renuncia a nada no valora nada, mientras que el que renuncia mucho disfruta mucho. De un plumazo le dio todo el sentido al sacrificio, al ayuno, a la abstinencia; me gustó. También dijo que las familias en las que se viven los atributos de Dios deben ser generosas y abrirse y ofrecer su amor gratuitamente a hijos heridos por problemas en sus familias, de los que desgraciadamente todos conocemos casos.

Y esto es lo que yo recogí de sus palabras. Es lo que debe ser transmitido en las familias cristianas: confianza en Dios, amor misericordioso, unidad y tradición. Seguramente me perdí detalles y algunas cosas las interpreté de forma diferente a otros padres, pero esto es lo que me llegó a mí, y me llegó con mucha intensidad.

Comentarios

  1. Verdadermente una familia donde se vive el AMOR es un anticipo del Paraiso.
    Y es que Dios es Amor.Y cuando una familia se ama de verdad, Dios está presente con todos sus atributos.
    Muchas gracias Águeda por tu resumen y por compartir con todos este gran mensaje.
    Y gracias por el "guiño", me encanta y a Irene también.
    Besos,
    Carmen

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    1. Mil gracias Carmen por escribir. Tienes mucha razón en que todo se resume en el amor. Y eso me hace pensar que hay muchas familias que no conocen a Dios, pero que derrochan amor a raudales. Sin saberlo Dios está en sus familias.
      Dile a Irene que es un sol y una retratista con futuro. Un beso y una sonrisa :))

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  2. Estamos hechos a imágen y semejanza de Dios.

    Así, la vida en familia de cada uno de nosotros aquí en la tierra forma parte del "entrenamiento" que nuestro Padre celestial nos asigna con el fin de que, una vez completado nuestro camino de aprendizaje terrenal, podamos alcanzar la perfecta y total comunión con nuestra familia celestial.

    Gracias a Dios, creo que el entrenamiento al que estamos sometidos los creyentes católicos es más perfecto que el que experimenta un no creyente en Jesucristo pues gracias a Él ya, aquí en la Tierra, estamos formando parte de la versión terrenal de esta familia celestial.

    Creo que la institución de la Iglesia, junto con los Sacramentos, ES el avance de la familia celestial.

    Gracias al seguimiento de Jesús, a través de 1) las Sagradas Escrituras, 2) el Magisterio de la Iglesia, y 3) la Tradición católica, podemos redondear nuestra preparación para la vida eterna en la familia de Dios.

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    1. Fernando, me ha encantado tu visión de la familia cristiana como entrenamiento para la familia celestial. Es tal y como lo explicas. Muchas gracias!! Un fuerte abrazo y mi sonrisa :))

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