Por qué digo que soy feliz


El otro día Alejandro y yo dimos un testimonio ante veintitantos chicos de alrededor de 20 años; el testimonio fue bien, pero fueron mejores aún las preguntas que nos hicieron al final. Todas ellas eran profundas y mostraban un gran nivel e inquietud en estos chicos.

Cuando das un testimonio nunca estás suficientemente preparado para contestar a preguntas abiertas y en esta ocasión yo me sentí francamente inexperta; sé que, en gran medida, es culpa de ese pecado de vanidad que arrastro desde siempre, pero lo cierto es que en todas me sentí acorralada y me quitaron el sueño de la noche meditando y reflexionando sobre qué hubiera sido mejor contestar. 

Una de estas preguntas decía algo así como que yo había dicho que, a pesar de mis sufrimientos, mi vida era feliz y que cómo era capaz de decir que era feliz, qué aspectos concretos me hacían decir esto, cómo se podía saber que la vida es feliz en mis circunstancias.

La pregunta se las trae. Me vino de pronto algo que había recordado en mi oración de los días previos. Que cuando yo era joven pensaba que sólo podía ser feliz si hacía lo que debía y que no andaba desencaminada entonces, ya que creo que se es feliz cuando se hace la voluntad de Dios -o sea lo que se debe de verdad- y yo creo que en mi vida actual procuro hacer siempre Su voluntad y por eso siento que soy feliz. 

Lo cierto es que no me parece mala la respuesta, pero me quedé inquieta porque me faltó algo. Cuando yo pensaba que hacer lo que debías te daba la felicidad, en realidad estaba francamente equivocada, porque faltaba Dios y, de hecho, en esa época no era feliz, me sentía frustrada porque casi nunca era capaz de hacer correctamente lo que debía, luchaba con mis fuerzas, por mi orgullo, para engordar mi vanidad. Y, sin embargo, ahora es diferente porque no se trata de hacer la voluntad de Dios sin más, como quien sigue una norma en vez de otra, sino de amar a Dios y por ello querer hacer su voluntad. Así que no consiste en perfecciones inalcanzables que frustran a cualquiera, sino en amar mucho y estar donde Dios espera. 

Justo al día siguiente de esa mala noche dándole vueltas a las preguntas de esos chicos, me llegó, como todos los días, una reflexión de Faustina Kowalska, que copio aquí, porque me mostró que mi respuesta no había sido tan mala. (¡Ay las diosidades!)

Pensamientos del “Diario” de santa Faustina

Domingo 28 de noviembre 2021

Llegué hasta el cementerio, entreabrí la puerta y me puse a rezar un momento y les pregunté a ellas dentro de mí: ¿Seguramente serán muy felices? De repente oí estas palabras: Somos felices en la medida en que hemos cumplido la voluntad de Dios (Diario 515).

Comentarios

  1. Felicidad, para mi, consiste en ser capaz de servir a tu prójimo con amor y total desprendimiento sin esperar absolutamente nada a cambio poniéndome a disposición de la Divina Providencia.

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    1. Gracias Fernando, que Dios te bendiga y te conceda la gracia para vivir ese desprendimiento

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  2. Yo, como no consigo hacer nada a derechas, soy feliz cuando soy amado y en la medida en que soy amado. Viendo más me acerco y me dejo amar por Jesús, más feliz!

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    1. Gracias Borja, coincido contigo en que lo primero es saberse amado. Que Dios te bendiga 🙏🏻

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  3. Por cierto, Agueda. Daríais testimonio en mi parroquia?

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    1. Cuál es tu parroquia?
      Si la voluntad de Dios es que Alejandro y yo demos testimonio, y yo creo que esa es precisamente su voluntad para nosotros, puedes contar con ello, siempre que podamos acceder 😉

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    2. Ay pero si eres Borja ¡mi querido Borja! cuenta con nosotros cuando quieras, ya lo sabes 🤦🏼‍♀️ qué despiste, no te había identificado jajaja

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  4. ¡Mil gracias Águeda por tus palabras! A veces me parece que son como monedas de oro, fruto de tu cercanía de Dios. El tema de la felicidad es complejo y tiene muchas dimensiones. En general, pienso que no se sabe ser feliz. A mi me gusta recordar que la necesidad más profunda del ser humano es querer y sentirse querido. Si esto no se da, no se puede ser feliz. Tu eres feliz porque te sientes muy querida por Dios y quieres con locura a Alejandro a tus hijos y a mucha gente, porque cuando Dios está en tu corazón, te caben todas las criaturas. Te encomiendo.

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    1. Así es José Miguel, el saberse amado es el primer paso para poder amar y a partir de ahí eslo que yo planteo el tema de la voluntad de Dios. Gracias por tu comentario y que Dios te bendiga🙏🏻

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  5. Yo también soy muy feliz, en parte gracias a las personas que Dios ha puesto en mi vida. Entre otras, a ti mamá. Qué feliz me hace que seas feliz. ¡Te quiero! Miguel

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    1. Gracias Miguel por creer que en parte tu felicidad se debe a tenerme en tu vida. Pero no olvides que la auténtica felicidad, la que no se pierde nunca, sean cuales sean las circunstancias, sólo la da Cristo. Un beso, yo también te quiero

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