Metáforas


Me he acordado últimamente de esa historia tan gráfica que circulaba por las redes y que yo recuerdo de esta manera: una escena en la que un niño juega a los pies de su madre mientras ella está tejiendo un tapiz; el niño cuando mira hacia arriba sólo ve hilos entrecruzados sin sentido ni orden y nudos que lo afean todo, pero, cuando la madre coge al niño en su regazo, puede ver la parte principal del tapiz y ve un paisaje maravilloso.

He pensado en esta historia al meditar sobre la dificultad para comprender el sufrimiento por parte de muchas personas, bueno, por parte de todos, porque a mí también me cuesta comprenderlo; somos como ese niño cuando miramos el revés del tapiz; vemos algo feo y sin sentido y nos cuesta mucho imaginar lo que hay detrás, lo que Dios quiere hacer con esos nudos y esos hilos entrecruzados y aparentemente desordenados. 

No he meditado nada nuevo, ya que el sentido de esta historia era exactamente éste, el hecho de que vemos la realidad desde el lado trasero del tapiz que teje Dios.

Quizá mi novedad, mi descubrimiento, es darme cuenta que, cuando miras atentamente y con perseverancia, queriendo conocer y descubrir a Dios, ese aparente desorden de hilos empieza a mostrar retazos de la belleza que se esconde detrás.

Ese mirar con atención y perseverancia es acercarte a Dios en medio del sufrimiento, rezar y recibir la gracia en los sacramentos para conocerle cada día más y así, poco a poco, Él te va mostrando retazos del tapiz que está creando a partir de ese sufrimiento sin sentido.

En ocasiones lo que te muestra Dios del tapiz es tan solo una metáfora, pero precisamente por serlo, te enseña mucho de la verdad que esconde. 

Una de las metáforas que me ha enseñado la he contado ya en este blog. Al otro lado del tapiz se ve una cruz y en ella descanso yo con mis pies y manos inertes, clavados como los de Jesús. Me parezco tanto a Él que me confundo con Él y poco a poco me voy conformando con su corazón.

Otra metáfora se me ha revelado hace nada y ha sido gracias a un sacerdote cercano y querido.  Me habló de un gran árbol que no puede desplazarse a su antojo y sin embargo su existencia es esencial para el resto de criaturas. No puede producir sus frutos y hojas sin auténtico esfuerzo por encontrar agua en el subsuelo y llevarla penosamente hasta lo más alto. Sus frutos son alimento para otros, su sombra sirve de refugio al caminante y sus hojas filtran rayos de luz al que vive en tinieblas; en sus ramas y tronco anidan animales de todo tipo y el oxígeno que fabrica es fuente de vida alrededor. 

Yo soy ese árbol. La vida de cualquier enfermo postrado es tan valiosa como la de ese árbol.  Más valiosa y más útil para el mundo. No nos movemos, como el árbol, y también nos esforzamos penosamente para conseguir cualquier cosa, pero podemos ser sombra para quienes se arriman a nosotros, o dar oxígeno a tantos que se ahogan en sus penas, o proporcionar alimento a quien tiene hambre de cariño y filtrar un rayito de luz a quien se mueve en las tinieblas.

El colmo de la metáfora del árbol es Jesús en la cruz. Él es el verdadero árbol, el árbol de la vida del que ya se habla en el Génesis, cuyos frutos son la Eucaristía y la Misericordia y que dan la vida eterna; y es algo muy impresionante sentirse tan unida a ese árbol.

Yo veo que al igual que la muerte de Jesús en la cruz puede parecer un fracaso y sin embargo es el triunfo de Dios sobre el pecado, los enfermos podemos parecer inútiles pero somos esenciales, como los árboles para la vida en el mundo.


Comentarios

  1. Estoy seguro de que todo el sufrimiento, toda la enfermedad que hemos de padecer en esta vida forma parte de un eficaz entrenamiento diseñado por nuestro Padre para ponernos en el camino hacia Él.

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    1. Gracias Fernando por tu aportación, un fuerte abrazo y que Dios te bendiga 🙏🏻

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    2. Que preciosidad! Creo que nos hemos acostumbrado a mirar al mundo por el lado contrario del tapiz... Y nos quejamos tanto, nos cuestan tanto nuestras cruces...nos cuesta tanto mirar con misericordia... Le pido a Dios esa mirada sobrenatural, para ver a mis hijos, a las personas que me cuestan, a mi misma y a mi matrimonio... Desde el otro lado del tapiz... Hasta donde El quiera mostrarnos... Que bonito pensar que en una rabieta, en una noche en vela... Él está tejiendo... Si le dejamos...

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    3. Gracias Ainhoa por tu comentario, me uno a tu oración para tener esa misma mirada. Que Dios te bendiga 🙏🏻

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  2. Gracias Águeda, un comentario que ayuda a meditar. Un abrazo familia.

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  3. Águeda, qué verdadera y necesaria tu oración-reflexión. Y creo con certeza que eres árbol que une el Cielo y la tierra. Un fortísimo abrazo!

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    1. Mil gracias Amelita, ojalá lo sea de verdad, señal de que lo habré unido todo a Cristo, que Dios te bendiga 🙏🏻

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  4. Queridisima Agueda, ya conocía esta metáfora del niño que no es capaz de ver la bonita obra de su madre, pero es verdad, que unas veces ese revés está muy bien hecho e, incluso, hay bordados en los que uno necesita las gafas para ver cual es el derecho y cuál el revés, quizás eso sea lo raro, pero a veces nos cuesta distinguir y es en esos casos cuando podemos preguntarnos el porqué de nuestro sufrimiento, yo lo hacía, pero desde hace un tiempo he aceptado que a mu también me ha tocado llevar mi cruz, como a Jesús y que, quizá, perder el tiempo preguntándome porqué a mi me ha pasado lo que me ha pasado, es mejor aceptarlo y ofrecerlo porque al fin y al cabo, tampoco serviría de nada rechazarlo o enfadarte. Yo quiero ser también un árbol como tú, querida Agueda, tu eres un precioso árbol grande, alto y frondoso donde todo fructifica ya que tu conoces muy profundamente el sufrimiento, yo también lo conozco, la diferencia es que yo no he querido aceptarlo hasta hace muy poco y todavía soy una joven planta que está intentando arraigar y no secarse y para ello necesitaré que me rieguen con Los Sacramentos de la Eucaristía y con la gracia de la fe, y en ese camino me encuentro. Suerte que siento que tu sombra me cobija y tu robustez me protege de las inclemencias. Dios te bendiga de corazón y continúa siendo como eres, más fuerte y más bendecida cada día por Jesucristo, Nuestro Señor.

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    1. Gracias por tus palabras y mucho ánimo para abrazar esa cruz que te unirá de tal modo a Jesús que te llegarás a sentir privilegiada de compartir con Él el acto de amor más importante de toda la historia de la humanidad. Que Dios te bendiga 🙏🏻

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  5. Tienes toda la razón. Yo diría algo más. Igual que los religiosos parece que no hacen nada y dan testimonio de que existe el cielo. Los enfermos sois la clara luz de Dios que anuncia que aquí no está lo definitivo. Que hay algo mejor y más grande. Sois un dedo que señala al corazón de Dios.

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    1. Mil gracias querido Borja por enseñarme esta verdad, tanto de los religiosos como de los enfermos. No lo había pensado nunca y me encanta. No lo olvidaré☺ Que Dios te bendiga 🙏🏻

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  6. Precioso Águeda. Gracias por tanto y por todo. Un abrazo inmenso. Paz y bien.

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    1. Gracias querido Nando. Que Dios te bendiga 🙏🏻 Paz y bien.

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  7. Quien a buen árbol se arrima... ¡Buena sombra le cobija! Y le llegarán abundantes frutos como caídos del Cielo... Qué suerte tengo de vivir tan cerca de un árbol tan sano y fuerte. Qué suerte que seas mi madre ;-P Gracias mamá por compartir estas reflexiones con los demás, y conmigo. Me ayudan mucho. Un beso enorme de uno de tus frutos... Miguel

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    1. Gracias Miguel por verme con tan buenos ojos. Eres bueno y cariñoso, por eso ves lo bueno de mí y no lo malo. No cambies nunca. Te quiero mucho. Que Dios te bendiga 🙏🏻

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    2. Llevo un mes pensando y buscando cómo comunicarme con Águeda Rey y su familia..os encontré.
      He visto vuestro testimonio y te he escuchado hablar primero en el testimonio de Mater Mundi.
      No tengo ninguna duda de que aunque no te mueves, eres el motor de tu familia.
      Y el Arbol de la Vida, de referencia para ellos.
      Realmente te ha tocado a ti personalmente la excepcionalidad de la vida, pero te digo que también te ha tocado la excepcionalidad de tu familia.
      Cómo me mola ver a tus tres hijos juntos cantando ( y muy bn) en vuestro testimonio, en un momento dado unidos de la mano, también como tu hija te escucha con los ojos, aquí el Miguel-fruto no se corta y te escribe su cariño y sus gracias por tu ayuda, y tb seguro el otro hijo.
      En fin lo que se refleja es una unión de familia envidiable.

      Esta familia tiene una pega y es en sus padres...😉
      Anda que también ... "SIMON y ÁGUEDA" parecen los santos de Juan XXIII.
      Me parto 😂 con el Alejandro-Simon, qué casualidad?..
      o Dios se está partiendo de risa también el día de Santa Águeda es cuando Alejandro por primera vez participa en celebraciones de fe, y se da cuenta que es el Simón de Cirene.
      Y como dice él, Alejandro, sí que tenéis pinta de llegar al Gólgota con paz y fuerza juntos.
      Muchísimas gracias por vuestro testimonio.
      Seguro que el día a día es durísimo, y tenéis vuestros bajones como todo el mundo.
      Pero no todo el mundo tiene vuestro coraje y valentía.
      Águeda cuando estoy en la rememoración de la última Cena,yo digo:
      "Señor no soy digna de que entres en mi casa pero una palabra tuya bastará para sanarme"
      Y lo sigo diciendo con la misma convicción durante años, que me cure a mí, a mí Alma, no a mi cuerpo, ni a mí enfermedad, con eso basta.
      "Solo Dios basta", (mi fe es de cuna teresiana.)
      Ya es medianoche me gusta escribir y buscar... de noche como Nicodemo, pero sino mañana no ando.
      Yo de tu sigla de enfermedad tengo la primera letra.
      Viva la VIDA, la de verdad, la de Dios.


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    3. Gracias, queridísima Ana, por tu comentario ¡me ha encantado! y nos has calado bien; creo que vives tu esclerosis de la misma forma que yo la mía y escribes tan bien que te animaría a tener tu propio blog, si es que no lo tienes ya; de verdad ha sido un placer leerte, que Dios te bendiga

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