El abrazo de Jesús

Estoy en un momento difícil de la enfermedad. Aunque aún no he dejado de hablar, es muy difícil hacerme entender. En primer lugar porque ni mi lengua ni mis labios se mueven como yo quisiera, con lo que no vocalizo bien, pero también porque no tengo aire suficiente ni fuerza y, por tanto, tampoco se me oye. A esto se une que ya no puedo usar la mascarilla de olivas nasales porque no soy capaz de retener el aire a la vez que hablo, lo que provoca una cascada de saliva del calibre de las del Niágara. En definitiva, estoy aprendiendo a estar callada. No es nada fácil.

En este momento de adaptación he tenido que superar un hito que me causaba mucha inquietud, la dirección espiritual y la confesión ayudándome de una aplicación del móvil que habla por mí. Lo superé ayer mismo aunque no sin muchas vergüenzas. El sacerdote fue todo paciencia y comprensión.

Estando en este trance, en el que llevo unos meses, me cuesta sentir que Dios me ama -me avergüenza escribir esto porque no me puede querer más-; por eso le pido con insistencia sentir un abrazo suyo. Y no me concede ese regalo, pero sí ha intensificado el cariño gratuito de personas que me rodean, algunas completamente desconocidas. Voy a contar dos anécdotas, una ya la conté en las redes y por eso os sonará a algunos, la otra es de hoy mismo.

Estaba en Misa rezando después de comulgar y mi oración era la que he mencionado más arriba, que me concediera sentir su abrazo. Entonces, una niña de unos 5 años se arrodilló a mi lado y se recogió en oración. Me llamó la atención su fervor siendo tan pequeña, lo enjoyada que iba -se notaba lo que le gustaban sus complementos, tanto que ninguno pudo dejárselo en casa- y lo que más me chocó fue que en ningún momento me miró, ni de reojo, cuando no conozco niño que no se quede fascinado con mi máscara a lo Darth Vader. Al rato, un buen rato, se levantó y fue derecha a mí marido y le dijo: "quiero regalarle esta pulsera a tu mamá". Me había mirado tan poco que pensó que yo era una ancianita. Me conmovió tanto que me puse a llorar, reconociendo en esa niña el abrazo que me daba Jesús.

La anécdota de hoy ha ocurrido mientras íbamos hacia el coche. Una mujer nos llama desde atrás, diciendo si nos puede interrumpir un momento y le hemos dicho que si. Se acerca y nos dice: "quiero deciros que me dais vida" y se explicó diciendo: "es que yo tengo un hijo con síndrome de Down que se pone muy malito y yo me quiero morir porque no puedo más, entonces me acuerdo de vosotros y me dais la fuerza para seguir, me dais vida" ¿Puede haber abrazo de Jesús mejor que este? Yo no me puedo sentir más abrazada que hoy con este regalo. Me ha recordado además a un artículo que escribí en este blog sobre la cruz que da vida "Muerte que da Vida". Sólo puedo decir gracias y perdón por dudar.

Comentarios

  1. Aqui te va un abrazo...de.... Alberto, los de Jesús los tienes en todo momento.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Alberto, que Dios te bendiga. Un abrazo fuerte 🫂

      Eliminar
  2. Gran testimonio y me hace reflexionar. Un gran abrazo Galsuinda

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Galsuinda, un gran abrazo para ti también 😊 y que Dios te bendiga 🙏🏼

      Eliminar
  3. A mi también me das vida querida Águeda. Eres un gran ejemplo!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias Rocío 😊 que Dios te bendiga 🙏🏼

      Eliminar
  4. Claro que Jesús te abraza, en cada minuto de tu vida. Sí... a veces no puedes sentirlo, pero mantén la esperanza de que sin duda te abraza. A tí más que a nadie. Eres su niña bonita.

    Mi oración, cada día, a tu lado.
    Un abrazo inmenso, Águeda.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias querida Ana ☺️ un beso y que Dios te bendiga 😘🙏🏼

      Eliminar
    2. Águeda eres un ejemplo no te puedo admirar más,estoy segura q nuestro Jesús no te deja de abrazar🥰🥰

      Eliminar
    3. Muchas gracias 😊 que Dios te bendiga 😘🙏🏼

      Eliminar
  5. A mi me has ayudado muchísimo a vivir la enfermedad de mi madre y encontrarle un sentido y darle su valor. Te mereces todos los abrazos del mundo! No te olvides que eres importante, tu vida importa, y tiene sentido. Mercedes

    ResponderEliminar
  6. Hola Águeda... Dios te ha puesto en mi camino... no utilizo mucho Twitter pero a tí sí te leo y me impresiona tu actitud frente a la enfermedad.
    Creo firmemente que Jesús te dio ese abrazo y te dijo "Águeda, TE AMO y te abrazo a través de este angelito de niña y a través de esta madre y su sufrimiento ". Es curioso porque, mis circunstancias son muy diferentes, pero aún así se lo pedía mucho porque no sentía Su Amor y me regaló a una cantidad de personas que caminan en la Fe y que te Dan un abrazo sincero, la palabra correcta y necesaria y sobretodo al mes de habérselo pedido ocurrió algo en nuestras vidas (tengo un marido maravilloso y dos hijos) a través de una persona muy de Dios que habló con otra y con otra y con otra.... y consiguieron con Su Ayuda y de forma completamente altruista, darnos un empujón en este piso donde vivimos (no sé cuánto nos queda porque nos lo han embargado) lleno hasta las trancas de humedades, todo negro, paredes, techos, rincones y nuestros ánimos ya por los suelos.... y cómo lo dejaron!!!! Y de pronto dije: DIOS ME HA RESPONDIDO. ME AMA, NOS AMA TANTO QUE SIN PEDIRLE ESE MILAGRO DE AMOR, FUE SU FORMA DE DECIRME: "Ves como te Amo, os amo??? No estaréis nunca solos". Un abrazo muy fuerte y muchísimas gracias porque en tu enfermedad me ayudas nos ayudas. Unidas en oración? Caty

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Caty, qué historia más bonita, es un gran testimonio del amor de Dios y de la bondad de la gente que te rodea. Gracias por compartirlo y por tu abrazo 🤗 que Dios te bendiga 🙏🏼

      Eliminar
    2. Que Dios te bendiga a tí primero!

      Eliminar
  7. Nadie tan abrazada como tú, querida Águeda. Hija predilecta De Dios, estoy convencida. Gracias Águeda

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Cualquier cosa que me puedas aportar me gustará y la sabré aprovechar. Adelante!
Debido a varios ataques de spam a mi blog he tenido que activar la verificación de palabras para poder incluir un comentario. Siento las molestias.

Entradas populares de este blog

Ha llegado el momento

Hacerme nada

Apóstol del sufrimiento