Evidencias para los que quieren mirar


El otro día una persona en X (antes Twitter) me dijo que mi fuerza y alegría en la enfermedad no me venían de Dios porque no existe. Pobrecillo. Sólo pude decirle que estaba equivocado.  

No sé muy bien cómo mostrar que Dios existe, está vivo y me cuida. Me parece que a quien no quiere creer no hay evidencia que le sirva. Quizá sólo pueda demostrar su existencia mirando cómo era yo sin Él y cómo soy con Él; y aún así a ese chico no le servirá. 

De verdad creo que soy testimonio vivo de que Dios es real precisamente por mi fortaleza y alegría. Me lo ha tenido que dar Él porque yo realmente sin Él era insegura, buscaba siempre la aprobación de los demás y hacía gala de una bravuconería que era el disfraz de mi timidez y debilidad de carácter. Y ahora todo se ha vuelto del revés, me ha hecho de nuevo.

El día que ocurrió esto, en la lectura de Laudes se leyó un pequeño fragmento de la segunda carta de San Pablo a los Corintios:

¡Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordia y Dios del consuelo! Él nos alienta en nuestras luchas hasta el punto de poder nosotros alentar a los demás en cualquier lucha, repartiendo con ellos el ánimo que nosotros recibimos de Dios. Si los sufrimientos de Cristo rebosan sobre nosotros, gracias a Cristo rebosa en proporción nuestro ánimo. (2Cor 1,3-5)

A mí me parece providencial. Porque los sufrimientos de Cristo realmente rebosan sobre mí -como expuse en la entrada "La llaga en el espejo " y de muchas otras maneras que nunca cuento- y en proporción rebosa el ánimo y me permite repartirlo a mi alrededor.

Yo creo que a quien quiera mirar con los ojos del corazón no le harán falta muchas más evidencias.


Comentarios

  1. Cuando te encuentras con Dios y le reconoces como Padre, todo se recoloca. La alegría, valentía y ánimo que uno sente es sólo obra suya ¡Cuánto nos cuesta dejarnos hacer por Él y, sin embargo, es nuestro mejor Alfarero.

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  2. Deseo profundamente tener y vivir un pedazo de tu fe y tu valentía, y te agradezco inmensamente que compartas tu Fe, porque ayudas muchísimo.Gracias Águeda. Pilar

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    1. Gracias querida Pilar, me ayudan mucho comentarios como el tuyo ☺️

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  3. Gracias mamá por querer mirar a Cristo y ayudarnos a los que estamos cerca de ti a mirarle a Él, y mirar cada vez más las cosas con los ojos de Dios, y menos con los nuestros. Últimamente Elena y yo reflexionamos mucho sobre este tema, sobre la mirada. Qué importante es. En la medida en que miremos las cosas con un corazón más semejante al de Cristo nos acercaremos más al plan que Él tiene para nuestra vida, el plan que nos hará tan felices como no alcanzamos a imaginar.

    Te quiero mamá.

    Miguel

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    1. Yo también te quiero mucho. Me encanta tu reflexión sobre la mirada 😊😍😍

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  4. Si Águeda, es verdad, nuestro sufrimiento no es comparable nunca al que sufrió Jesús por nosotros, pero en realidad tú eres un ejemplo al mostrarnos tu sonrisa ante la adversidad. Haces fe de la presencia de Dios en tu vida, que más prueba de su existencia. Un abrazo cariñoso desde el otro lado del Atlantico. 💝
    Piedad (Boston, MA)

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    1. Muchísimas gracias Piedad por tu comentario. Ciertamente yo aspiro a mostrarle a Él con mi vida. Si tú lo ves es que algo voy haciendo bien. Muchas gracias de nuevo porque lo que me dices me alienta a seguir 😍

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