Es un honor


Una diría que, siendo tan pecadora como he sido -lo sigo siendo, pero, verdaderamente, de forma menos grave-, cómo es posible que Dios me trate con tanto mimo. ¡Es que me da caprichos como si fuera la niña de sus ojos! Que necesito fortaleza, tengo para dar y regalar; que necesito dinerito para una reforma, me llega una donación inesperada; hay muchos ejemplos que van de lo espiritual a lo más mundano.

Se hace verdad el pasaje de los lirios del campo, al verme asistida en todas mis necesidades (cf. Mt 6,28 y ss.). Me veo también como la oveja perdida que, cuando Dios me recuperó para el Reino, se alegró tantísimo que hasta hoy seguimos de fiesta y celebración (cf. Lc 15,4 y ss.). 

El Reino de la vida en Cristo es esa fiesta, para todas las ovejas rescatadas, con tal que te pongas bajo su yugo y te dejes guiar por él con mansedumbre y humildad (cf. Mt 11,28-30)

Como dice Isaías:
Él da fuerza al cansado, acrecienta el vigor del inválido; se cansan los muchachos, se fatigan; los jóvenes tropiezan y vacilan; pero los que esperan en el Señor renuevan sus fuerzas, echan alas como las águilas, corren sin cansarse, marchan sin fatigarse (Is 40,29-31).

Meditando todas estas cosas, el Espíritu Santo me ha llevado a dar gracias y a sentirme muy honrada por ser especial para Dios -¿Quién no es especial para Él?-.

Es un honor para mí haber sido elegida por Jesús para llevar su Cruz. También habría sido honrada si me pidiera tan solo un vaso de agua o un poco de mi tiempo, pero lo que me ha pedido es grande y estoy agradecida. Este honor no lo hace más fácil pero sí te viene con la Gracia para llevarlo, como expresa Isaías. 

Estos días estoy luchando mucho contra la frustración de que de mí tan solo se esperen monosílabos o guiños de ojos para hacerme entender en lo más básico. Es duro estar en medio de las animadas conversaciones, querer decir algo que hay en tu cabeza con pelos y señales y no poder. O que alguien te hable directamente y querer darle una palabra de consuelo y de ánimo y tener que permanecer en silencio y tan solo mirar. Es durísimo pero por ello precisamente es un gran honor. Me siento profundamente honrada por esta dura prueba.

Comentarios

  1. Qué bonito testimonio, Águeda, gracias por compartir estas enseñanzas llenas del Espíritu Santo, qué Dios te siga bendiciendo como la niña de sus ojos!

    ResponderEliminar
  2. Que hermosos pensamientos!!! Que grande eres ante Dios y ante los hombres!!! Reza por todos Agueda! La Virgen te escucha y se lo transmite enseguida y…. Que no hara un Hijo cuando se lo pide su Madre!!!!gracias por considerarme tu amiga! FELIZ AÑO!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias 😊, aunque no sé quién eres, rezo por ti 😍

      Eliminar
  3. Agueda, preciosa, no eres de este mundo. Eres muy grande y muy especial! , Mercedes (la de Instagram ;))

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Mercedes, querida, claro que no lo soy . Y tú tampoco. Somos de Cristo, somos del Reino ❤️

      Eliminar
  4. Hola princesa... 💖 vales tu peso en oro. Tú y yo, vamos a hacer un slogan que diga: el Señor ha estado grande con nosotras y estamos alegres!!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ay qué ilusión que me escribas y que te hayas puesto ese nombre 😃

      Eliminar
  5. Gracias por regalarnos ese mensaje de aceptación y serenidad. En medio de las dificultades, tus palabras resuenan a templanza y humildad. Un honor seguirte en este camino de purificación

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias por tu comentario y por acompañarme en este camino, que Dios te bendiga 🙏🏼

      Eliminar
  6. Gracias eres un encanto de persona y no puedes imaginar cuánto bien nos haces a los que te seguimos, con tu ejemplo nos ayudas a seguir a Dios con más entusiasmo, a tener una visión del cielo, a anhelarlo aún más y aprender que en esta vida estamos de paso y todo lo que hagamos en ella debe ser para mayor gloria De Dios, gracias de Corazón ❤️

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Blanca, qué ilusión me hecho encontrarnos aquí también 🤗

      Eliminar
  7. Querída Águeda, muchas gracias por tu testimonio, me ayudas y me reconforta leerte. Que paz trasmites …Sois un matrimonio ejemplar. Os queremos mucho.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Nuria por tus palabras. Me animan a seguir. Que Dios te bendiga 🙏🏼

      Eliminar
  8. Gracias.
    Por centrar nuestras vidas en la Piedra Angular. Por abrirnos la mirada desde tu mirada (que no necesita palabras porque todo está ya dicho en ella). Por estar y señalar con tus preciosos ojos el Camino. No necesitamos las palabras, no sufras por ello. Necesitamos tu mirada en ÉL, para, desde nuestra estrechez de alma, ponerla nosotros también.

    Abrazo enorme. Precioso post. Gracias de nuevo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchísimas gracias Ana, no te imaginas lo necesarias que son tus palabras para mí. un beso y que Dios te bendiga 🙏

      Eliminar

Publicar un comentario

Cualquier cosa que me puedas aportar me gustará y la sabré aprovechar. Adelante!
Debido a varios ataques de spam a mi blog he tenido que activar la verificación de palabras para poder incluir un comentario. Siento las molestias.

Entradas populares de este blog

Ha llegado el momento

Hacerme nada

Apóstol del sufrimiento