#LevantarELAnimo III: "No me encuentro bien"

#LevantarELAnimo cuando uno no se encuentra bien de salud es muy difícil. Escribo hoy este post sin saber si conseguiré desgranar lo que se puede hacer para conseguirlo.

Recuerdo un día que teníamos reunión de familias y yo tenía que leer un testimonio; y me fue físicamente imposible ir a la reunión; no pude levantarme del sofá porque me creía morir. Por esas fechas también tenía que ir a la Primera Comunión de mi ahijada. Fui, pero me encontraba tan mal que no pude ni comer y en seguida me busque un refugio para apartarme de la reunión.

En esas dos ocasiones, mi estado era tan lamentable, que me fue imposible animarme. Y en ambas ocasiones me estaban medicando con pastillas para aliviar no sé qué, que me estropeaban todo lo demás. ¡Así son los médicos!

Esto lo cuento porque quiero diferenciar entre encontrarse mal porque te dan algo que te fastidia, y encontrarse mal porque tu salud no está bien. Yo lo veo diferente, porque yo sufro ambas situaciones y reacciono de forma distinta. Por ejemplo, es distinto que te digan que tienes cáncer y que por ello te deprimas, a que cuando te administran la quimio (el veneno) te sientas fatal.

Cuando se trata de venenos, no tengo ni idea de cómo #LevantarELAnimo. Así que quien pueda ayudarme, se lo agradeceré. Me centro por tanto en la depresión porque tu salud no está bien.

Cada persona somos un mundo y no sé si mi experiencia puede servir a alguien. Pero voy a tratar de explicar cómo he conseguido #LevantarELAnimo a partir del momento en el que me dijeron que tenía ELA. Para ser honesta, diré que he tenido que aprender a hacerlo (la experiencia es la madre de la ciencia), ha sido un proceso que me ha llevado a una conclusión. Y creo que dar la conclusión como una receta no tiene mucha validez.....hay que experimentarlo para poder conseguirlo (Kate le dice a su nieto en "La ciudad de las bestias" de Isabel Allende: "Lo único que uno aprende es lo que uno averigua solo")

Pues con esa premisa, me lanzo a contar mi proceso.

Los primeros días que viví con la idea de tener ELA, me esforzaba en pensar que algo había fallado, que se trataba de un error. Ese sentimiento es normal, creo, pero lo cierto es que no ayuda, porque no llegas a admitir la realidad. No llegas a sufrir del todo el padecimiento, y sin embargo te atiborras de temores sobre el futuro. Yo recuerdo que me venía constantemente una imagen macabra de mí misma, como si me fuera a venir toda la enfermedad de golpe. Y literalmente me desmoronaba de angustia y terror. Tuve que tomar algunos tranquilizantes para no sufrir tanta angustia.

También desde el primer momento hablé mucho con Dios. Lo que le dije, y me dijo, lo mantengo en privado. Pero fue la principal medicina. En estos dos años he hecho un Máster en religiosidad, que me ha servido sobre todo para vislumbrar mi misión en este mundo, para entender para qué Dios pensó en mí y me creó.

Con este sentimiento "misionero", te das cuenta de que en la vida hay muchas dificultades, muchísimas diría yo, y la enfermedad (la que sea) es una más para prácticamente todo el mundo. Prácticamente todos pasaremos un trance de enfermedad más o menos duro en la vida. Pero si tienes una misión, algo por lo que vivir, lo que sea, entonces las dificultades son oportunidades para realzar más esa misión.

Pongo un pequeño ejemplo: una de mis misiones en esta vida es ayudar a conseguir que los tres diamantes en bruto que Dios me ha confiado (mis hijos) lleguen a brillar por sus virtudes, como los diamantes más maravillosos que Dios ha imaginado para ellos. Y mi ELA me ayuda mucho a conseguir esta misión. Porque les puedo enseñar a luchar por sus ideales sin desanimarse nunca, les enseño a rezar y confiar en Dios, les enseño que no hay que tener miedo porque Dios siempre está en su corazón. Les enseño también que hay que estar alegres por las cosas buenas que tenemos en lugar de estar tristes por lo que nos falta o nos falla. Son tantas cosas positivas las que esta medicina consigue que es imposible no #LevantarELAnimo.

Después tomé también otra medicina, casi tan valiosa como la anterior. Me dejé querer por la gente que me quería, por supuesto mi marido, pero quiero destacar hoy a Marián. El estar cerca de ella durante aquéllas semanas primeras fue una bendición: me hizo sentir con su manera de acompañarme que nunca estaríamos solos, ni yo, ni mi marido, ni mis hijos. Por eso hoy le estoy infinitamente agradecida y le dedico el post y adjunto a continuación la historia de Pepe, que resume la actitud que elegí adoptar a raíz de mi diagnóstico.

Pepe era el tipo de persona que te encantaría ser. Siempre estaba de buen humor y siempre tenia algo positivo que decir. Cuando alguien le preguntaba cómo le iba, él respondía: - Si pudiera estar mejor, tendría un gemelo- Era un Gerente único porque tenía varias camareras que lo habían seguido de restaurante en restaurante. La razón por la que le seguían a Pepe era por su actitud. Él era un motivador natural: Si un empleado tenía un mal día, Pepe estaba ahí para decirle al empleado cómo ver el lado positivo de la situación. Ver este estilo realmente me causó curiosidad, así que un día fui a buscar a Pepe y le pregunté: -No lo entiendo... no es posible ser una persona positiva todo el tiempo ¿Cómo lo haces?...- Pepe respondió: -Cada mañana me despierto y me digo a mi mismo, Pepe, tienes dos opciones hoy: Puedes escoger estar de buen humor o puedes escoger estar de mal humor. Escojo estar de buen humor. Cada vez que sucede algo malo, puedo escoger entre ser una víctima o aprender de ello. Escojo aprender de ello. Cada vez que alguien viene a mí para quejarse, puedo aceptar su queja o puedo señalarle el lado positivo de la vida. Escojo el lado positivo de la vida- -Sí, claro, pero no es tan fácil- protesté -Si lo es- dijo Pepe. -Todo en la vida es acerca de elecciones. Cuando quitas todo lo demás, cada situación es una elección. Tú eliges cómo reaccionas ante cada situación, tú eliges cómo la gente afectará tu estado de ánimo, tú eliges estar de buen humor o mal humor. En resumen, TU ELIGES CÓMO VIVIR LA VIDA- Reflexioné en lo que Pepe me dijo... Poco tiempo después, deje la industria hotelera para iniciar mi propio negocio. Perdimos contacto, pero con frecuencia pensaba en Pepe cuando tenía que hacer una elección en la vida, en vez de reaccionar contra ella. Varios años más tarde, me enteré que Pepe hizo algo que nunca debe hacerse en un negocio de restaurante, dejó la puerta de atrás abierta y una mañana fue asaltado por tres ladrones armados. Mientras trataba de abrir la caja fuerte, su mano temblando por el nerviosismo, resbalo de la combinación. Los asaltantes sintieron pánico y le dispararon. Con mucha suerte, Pepe fue encontrado relativamente pronto y llevado de emergencia a una Clínica. Después de ocho horas de cirugía y semanas de terapia intensiva, Pepe fue dado de alta, aún con fragmentos de bala en su cuerpo. Me encontré con Pepe seis meses después del accidente y cuando le pregunte cómo estaba, me respondió: -Si pudiera estar mejor, tendría un gemelo- Le pregunté qué paso por su mente en el momento del asalto. Contestó: -Lo primero que vino a mi mente fue que debí haber cerrado con llave la puerta de atrás. Cuando estaba tirado en el piso, recordé que tenía dos opciones: Podía elegir vivir o podía elegir morir. Elegí vivir- -¿No sentiste miedo?- Le pregunté. Pepe continuo: -Los médicos fueron geniales. No dejaban de decirme que iba a estar bien. Pero cuando me llevaron al quirófano y vi las expresiones en las caras de los médicos y enfermeras, realmente me asuste. Podía leer en sus ojos: Es hombre muerto. Supe entonces que debía tomar una decisión- -¿Qué hiciste?- Pregunté. -Bueno, uno de los médicos me preguntó si era alérgico a algo y respirando profundo grité: - Sí, a las balas- Mientras reían, les dije: estoy escogiendo vivir, opérenme como si estuviera vivo, no muerto- Pepe vivió por la maestría de los médicos, pero sobre todo por su asombrosa actitud. Aprendió que cada día tenemos la elección de vivir plenamente, la ACTITUD, al final, lo es todo. Recuerda, sólo se frustran aquéllos que dejan de ver la parte positiva de sus resultados y de la vida...

Hay muchas pequeñas medicinas que se toman cada día para #LevantarELAnimo en una situación como la mía, pero yo las resumo en tres: la fe en Dios, la compañía de quien te quiere y la actitud positiva.