He recordado cómo

Hoy 10 de febrero escribo porque tengo la necesidad de recordar esta fecha. Necesito recordarla porque luego me preguntarán cuándo empecé a sentir los síntomas y seré, si no, incapaz de acordarme del momento.
Pues fue ayer la primera vez que sentí un dolor agudo en el antebrazo izquierdo al agarrar con fuerza mi pala de pádel.
Justo cuando iba a empezar el partido de pádel, que después resultó ser de los mejores que he jugado últimamente, en ese preciso instante, recordé cómo empezó todo hace algunos años en el brazo derecho. Cuántas veces me han preguntado los innumerables médicos cuándo empecé a perder fuerza en la mano derecha y yo no he sabido responder: "hará 5 años que se me cayó el boli con el que escribía, o ¿Eso fue hace 6?" "hace 3 años que me cuesta girar la llave de casa, o ¿De eso hace ya 4?" "hace 2 años que para jugar al pádel tengo que concentrarme en exceso para que no se me suelte la pala, o ¿Es hace año y medio?"
Pues como digo, ayer cuando iba a empezar ese partido, sentí un dolor que me resultó demasiado familiar. Tanto que en ese instante me acordé de todo el proceso lento pero imparable que me llevó a dejar de hacer las cosas que venía haciendo con mi mano derecha desde que empecé a usarla: girar la llave de la puerta, abrir el tarro de mermelada, sujetar una taza de café, arrancar el coche, cambiar las marchas del coche, desabrocharme el sujetador, limpiarme los dientes, atarme un botón, subirme una cremallera, jugar al pádel, escribir, cortar un filete. Sigo sin poder decir cuánto tiempo me ha llevado estar donde estoy, pero ahora sé cómo empezó: justamente con un dolor como el que ayer sentí al empezar mi partido de pádel.
Y pensé "¡ya estamos! ahora que ya juego al pádel con la izquierda, que ya escribo con la izquierda, ahora voy a empezar a perder la izquierda, ¡qué fastidio!"
Realmente no le dediqué más tiempo a este asunto, ya que de hacerlo habríamos perdido el partido, y ciertamente me gusta mucho ganar. Y no es que siga sin importarme, de hecho me importa muchísimo, pero ya le he dedicado demasiado tiempo hoy al escribir este blog; que conste que lo he hecho para recordar el momento, nada más. No estoy dispuesta a agobiarme más por hoy.