Entradas

Mostrando las entradas etiquetadas como tráqueo

El milagro de la Comunión

Imagen
Me han insistido para que escriba esta historia, de la que yo no he sido consciente hasta que me la han contado, pero ocurrió tal cual os la cuento, como el milagro que es. Mi ingreso hospitalario para practicarme una traqueostomía finalizó el Domingo de Ramos. Antes de salir del hospital probé a tragar una gelatina con la intención de comprobar si podría comulgar. Ya lo había intentado antes con una forma sin consagrar que me dejaron en mi parroquia. Fue un desastre: lo que entró en la boca de la misma salió fuera, acompañado de un río saliva. Así no podía comulgar. El viaje de regreso a casa fue un no parar de llorar. Sabía que podía ocurrir, pero no estaba preparada. Al llegar a casa Alejandro me lavó el pelo, nos arreglamos y fuimos a Misa. Nos quedamos atrás para pasar desapercibidos, pero nos vieron y nos trajeron la comunión. Tuve que decir que no podía lo que desencadenó otra cascada de lágrimas. El Lunes Santo volvimos a Misa y no comulgué: más llanto. El Martes Sa...

Dos Rosarios

Imagen
Durante los días de ingreso en el hospital he rezado poco y mal porque mi cabeza estaba bastante aletargada y lo máximo a lo que llegaba era a decir: Señor, te ofrezco todo este sufrimiento. Aparte de las jaculatorias ha habido dos Rosarios especiales. El primero fue ofrecido por mi vecino de cama en la unidad de vigilancia respiratoria que estaba moribundo y nadie rezó por él; muy al contrario, sus familiares aprovecharon el momento para pelearse, insultarse y sacar todos los trapos sucios. Una pena. El otro fue el del sábado anterior al alta. Misterios gozosos. Se juntaban en ese momento unos deseos enormes de escapar del hospital y conocer por fin a mi nietecita Teresa y muchos temores ante las dificultades que ya preveía iban a complicarnos una vida ya de por sí difícil. Me ocurrió que, meditando cada misterio, veía no tanto la parte gozosa sino la cruz que se esconde detrás y además veía mi vía dolorosa particular como un proceso completamente gozoso afín a cada mister...

Ha llegado el momento

Imagen
Ha llegado el momento. Ya está aquí lo que tanto miedo me produce, aquello a lo que nunca quería llegar, mi mayor temor en esta cruz de la ELA. Si quiero seguir viviendo, tengo que hacerme una traqueostomía. Llevo los dos últimos años con esta losa planeando sobre mi cabeza:  me rindo o lucho El cuerpo me pedía rendirme aunque mi familia quería que me la hiciera; el miedo guiaba mis pensamientos: demasiado dolor y excesiva carga para mi familia. Las razones del mundo son fácilmente asumibles. Incluso puedo llegar a creer que rendirme es amar más y mejor porque aligero su yugo... pero estas razones creo que no son fruto de un amor auténtico, porque en el fondo reducen el amor a una especie de balanza de beneficios y gastos: si ya no compensa seguir amando es que no es amor verdadero. El amor todo lo soporta como dice San Pablo. Es cierto que nuestro amor es el de una naturaleza caída, por lo tanto imperfecto, pero con ayuda de la Gracia aspiramos a que sea divino. Pensab...