Creer y hablar de Dios
Algunas veces me encuentro con personas que, creyendo en Dios, no creen que tenga algo que decir en sus vidas. En ocasiones es una actitud de elección libre, de querer que Dios no "estorbe" sus planes -como si Dios pudiera estorbar-. Pero no en pocos casos es simplemente que no han mamado en su familia el reconocer en todo la caricia de Dios Padre cuidando de sus hijos; nadie les habló de Dios. Yo podía ser una más de estos últimos, de no haber sido tocada por una gracia especial y concreta por la que sólo puedo dar gracias y alabar y bendecir día y noche al Señor. Las palabras que una y otra vez vienen a mi corazón son éstas: "proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios mi salvador." No puedo creer que yo sea más especial que el resto, una especie de escogida. No es así. Tiene que ser que Dios está siempre derramando su gracia, y en cierto momento hemos abierto el corazón y la gracia lo ha llenado por entero. Y hemos hecho lo ...