Preguntas sin respuesta

Cuando te enfrentas a una prueba grande es normal hacerse muchas preguntas. Digo "es normal" porque la mayoría de la gente se las hace.
 Pero reconozco que yo no soy muy dada a hacerlas. He discutido sobre la idoneidad o no de hacerse preguntas con una amiga y la conclusión a la que llego es que cada uno es como Dios ha querido. Ella es preguntona y yo no, me encojo de hombros y tiro para alante. Soy simple y me quiero así, como Dios me ha pensado.

Bueno, que me desvío del tema. El caso es que las preguntas del tipo ¿por qué me ocurre esto a mí? ¿qué he hecho mal? ¿por qué me castiga Dios? ¿quién tiene la culpa? son preguntas muy frecuentes pero ciertamente no llevan a ningún sitio. Corres el riesgo de enrollarte como una serpiente en las preguntas y volverte loco sin arreglar nada. ¡Porque no tienen respuesta humana! Y es más, abocan a un enfoque negativo de tu problema.

Pero hay una pregunta que sí conviene hacerse: ¿Cómo quiere Dios que me enfrente a esta prueba? Esta pregunta, además de ayudarte a aceptar y poner en positivo tu situación, te será respondida si la llevas a la oración.

Comentarios

  1. Querida amiga:
    Es curioso lo que da de sí un día con clase de Biblia. 2 posts subidos, un vídeo compartido y una entrada en el blog. Menos mal que fui!!! Así sé más por donde van los tiros ;)
    Sobre la preguntona, no la imagino de otra forma. Pero sobre tí, tampoco. Tu forma de aceptar el plan de Dios para tí nos deja estupefactos a muchos. Cierto que total...para qué preguntar? Pero cierto también, como comentábamos this morning, todo se basa en la fe y de eso querida amiga, vas sobrada. Dios te hizo así. Y a otras preguntonas. Y a otras, dubitativas. Pero todas hechas por Dios, y todas con la inquietud en el alma.
    Y menos mal que fui esta mañana :)
    Un beso muy fuerte, querida amiga. Que Dios te bendiga.

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    1. Me encanta encontrarme por la mañana un comentario de mi querida Marta Marta!!! Y es que me tienes tan calada que da gusto y aun conociéndote tan bien, me sorprendes porque me esperaba una colleja y me encuentro una alabanza. Gracias sol y gracias a Dios, porque todo es obra Suya!!!!

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  2. Querida Águeda: en las pruebas grandes de la vida se nos conoce. A todos. Y mas por nuestra forma de afrontarlas. "Cada uno con sus cadaunadas" Tengo una gran amiga recluida hace años en su casa por varias patologias que me hizo entender hace mucho lo importante de acompañarla sin juzgarla, cada uno lleva sus cargas como puede. Pero si me enseñó que su visión sobrenatural de la vida es una gran respuesta a todas sus preguntas.
    Un besazo fuerte, campeona.

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    1. Querida Pilar, que alegría tan grande encontrarte también por aquí. Qué razón tienes con lo de acompañar sin juzgar. No juzgar es básico si no queremos ser juzgados algún día. Pero una cosa distinta de juzgar es mostrar el Camino, la Verdad y la Vida a quien aún no lo ha descubierto. Eso nunca dejes de hacerlo si tú lo conoces, claro!!!

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