La regla del Amor


En pleno proceso de discernimiento sobre un asunto médico, que me está costando muchísimo porque no alcanzo a vislumbrar cuál es la voluntad de Dios, un amigo me planteaba cuestiones acerca de la voluntad de Dios y la libertad del hombre. Y me ha venido muy bien para rezar, aunque no tenga ni por asomo la capacidad de argumentar seriamente sobre estas cuestiones.

Cuando Abraham era todavía Abrán y era muy próspero, al igual que su sobrino Lot, decidieron separar sus caminos para que no hubiera disputas entre ellos. Había que decidir qué territorio elegía cada uno y Abrán, con gran generosidad, dejó a Lot escoger primero. El sobrino se quedó con la rica vega del Jordán y Abrán con la árida Canaán, que fue bendecida por Dios. Podía haber sido al revés, y Dios habría bendecido igualmente la alternativa. Dios bendice cualquiera de las opciones cuando la decisión se toma con amor, por amor y para amar. (Cf. Gn,13)

Me he acordado de esta historia después de la conversación con mi amigo y me he acordado también de las muchas veces que la he usado para decirle a otra amiga que, elija lo que elija, Dios lo bendecirá. 

Se tiene la idea de libertad como capacidad de elegir, aunque no se elija según la voluntad de Dios. Pero, al elegir en contra de esa voluntad, uno queda esclavizado. Creo pues que la auténtica libertad debe de ser elegir siempre la voluntad de Dios. Entre pecar y no hacerlo es fácil el discernimiento, pero hay muchas otras elecciones que hacer en la vida donde no lo vemos tan clarito.

Cuando no es en torno al pecado, creo que, aunque Dios tenga una opción favorita, cualquier alternativa es aceptable para Él si el Amor es el argumento; estoy segura de que Dios tiene una regla, la regla del Amor, con la que lo evalúa todo, como bien sabía San Juan de la Cruz: "al atardecer de la vida nos examinarán del Amor". Dios bendice todas nuestras elecciones libres y movidas por el Amor, lo que me lleva a pensar que Su voluntad es en el fondo el Amor. Con razón pues decía San Agustín: "ama y haz lo que quieras".

Éste deberá ser mi método para discernir, la regla del Amor, con la tranquilidad de que, elija lo que elija, Dios lo bendecirá.

Comentarios

  1. Querida Agueda , cuanta razón tienes en lo que escribes. Desde luego , siempre que lo haces pienso que eres un instrumento fiel De Dios , y siempre después de leerte queda ese “poso”, de la breve meditación que haces siguiendo SU voluntad. Muchas gracias y que Dios te bendiga Agueda. Siempre das mucha luz

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    1. Gracias Irene, que Dios te bendiga a ti también 😊

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  2. Querida Águeda, te admiro un montón

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    1. Gracias ☺️ pero admira mejor a Dios porque él es el autor de todo 🥹 que él te bendiga siempre 🙏🏼

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  3. Yo tengo esa sensación, cuando el motor de la decisión es el Amor, todo eso que te parece perder o que tienes la sensación de abandonar... en cierto modo vuelve a tu camino.

    Es imposible entonces imaginar, desde esta pequeña experiencia terrenal, en qué se llegará traducir el "ciento por uno" de lo que ofrecemos con nuestra cruz personal... desde lo que aquí y ahora parece carecer de sentido y nos hace llorar. Hay que seguir... amando.

    Como siempre, te leo y algo de sentido empieza a cobrar aquello que todavía no entiendo...

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  4. Gracias mamá, siempre me gusta leer tu blog y seguir aprendiendo cosas tan importantes de ti. Te quiero muchísimo. Que Dios te bendiga en cada una de las decisiones hechas por Amor a Él. Miguel

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  5. Qué reflexión más interesante, Gracias por compartir tanto sentido común. Por ayudarme, ayudarnos a tantos, a crecer. Pilar

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  6. Águeda, soy yo, Renan, tu lector del Brasil cuya madre tenía ELA. Que te quedes bien.

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