Tiempo para Dios

Desde pequeña me he criado en una vivencia de Dios bastante lejana, como de un Ser que hay que venerar, pero que, aunque alcanza cada momento de nuestra vida, no ocupaba mis quehaceres cotidianos. Iba a misa los domingos, claro, e hice la Primera Comunión y la Confirmación. Me casé por la Iglesia, por supuesto, y he bautizado a mis hijos. Pero todo ocurría como una especie de obligación sobreentendida, y aceptada con humildad. ¡Nunca he sido muy reaccionaria!

Cuando mi hijo mayor empezó a preparar su Primera Comunión en la Parroquia de nuestro entorno, tuvimos la suerte de dar con un sacerdote carismático que nos mostró algo de la vida cristiana que no habíamos sentido hasta entonces. Empecé a pensar en Dios como en un Ser cercano y paternal (¡Cuántas veces había oído estos calificativos! y siempre me habían pasado desapercibidos).

Ahora me pregunto si este cambio fue propio o si por el contrario fue un "toque divino", una llamada de Dios, un Don. Empiezo a creer que Dios ha querido preparar mi alma, atrayéndola hacia Él, para que en el momento preciso pudiera afrontar mi propia vida de una forma plena. Esto implica muchas cosas, muchos cambios en la forma de pensar y de vivir.

No todo el mundo tiene la suerte de recibir tal gracia. Yo me siento afortunada. Ahora es tiempo para Dios.

Comentarios

  1. Gracias Águeda por estas bocanadas de Fe, a muchos nos ayudan a reflexionar y a acariciar esa cuarta dimensión que la vida nos aleja tantas veces de poder siquiera intuir.

    ¡Que Dios te guarde y te bendiga!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Álex por tu comentario. Me encantaría ayudar a mis amigos, y especialmente a ti, a encontrar el camino verdadero. Ese es mi principal objetivo, y si te ayuda en algo, ya he conseguido mi objetivo. Besos.

      Eliminar
  2. parece que la simiente era buena ... una vez fue regada y cuidada germinó como debía (y como aguardaba).... :-)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tan simple como eso! Una semilla bien regada. Lo que ocurre es que yo creo que de algún modo Dios te empuja hacia un destino que sólo hay que aceptar porque sabes que es bueno. Ojalá todos pudierais sentir lo que yo, porque de verdad que da bastante paz. El siguiente paso lo desconozco, pero tengo claro que el camino de Fe no ha hecho más que empezar. Besos.

      Eliminar
    2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

      Eliminar
    3. ....lo tengo muy claro y estoy de acuerdo contigo..... seguro que el instrumento somos los seres humanos pero el agua del riego es Dios.... algo parecido puede que me haya ocurrido a mi, tal vez algo no tan claro como a ti pero, yo diría que, suficientemente claro....
      Águeda, son fantásticos estos testimonios que nos regalas. Enhorabuena por ese buen don que tienes y gracias por compartirlo con nosotros.

      Eliminar

Publicar un comentario

Cualquier cosa que me puedas aportar me gustará y la sabré aprovechar. Adelante!
Debido a varios ataques de spam a mi blog he tenido que activar la verificación de palabras para poder incluir un comentario. Siento las molestias.

Entradas populares de este blog

Ha llegado el momento

Hacerme nada

Apóstol del sufrimiento