"La que es buena"

Llevo un último mes bastante movidito en lo que a sueño y descanso se refiere. Mi cuñado dice siempre que eso es mala conciencia. Y no digo que no. Sin duda tengo mala conciencia de todas las faltas que he cometido a lo largo de mi no demasiado larga vida.


Quiero plasmar lo que en mis desvelos suelo pensar. Sobre todo, quiero escribirlo porque igual me ayuda a acortar algo el camino que recorro cada noche en vela, y quizá así consiga descansar algo más.

Suelo despertarme después de un sueño inquieto, con un miedo concreto: tengo miedo a que el resultado total de mis acciones no sea suficientemente positivo para Jesús. Tengo miedo. A veces siento tanto miedo que me veo rezando para que Dios me lleve consigo y así no volver a tener miedo. El miedo no es al sufrimiento inevitable de mi ELA, es miedo a no poder ya SER buena. Me digo: vale, a partir de ahora vas a ser buena, pero ¿Cómo borro mi pasado de faltas? ¿Cómo me libero de ellas? Ya me he confesado, ya me han absuelto, Jesús ya me ha perdonado, pero ¿Por qué yo no soy capaz de perdonarme? - Porque restan.

Antes de seguir quiero contar la anécdota que da título al post. "La que es buena" Eso, así, nada más y nada menos, es lo que significa mi nombre.
Desde muy pequeña, cuando venía a visitarnos un tío de mi madre Jesuíta, el tío Pedro, siempre me pillaba por banda y me decía: Agate, Águeda, ¿Sabes lo que significa tu nombre? - y siempre se respondía él mismo: "la que es buena". Puf, él, ¡póbrecito!, no sabía la carga tan pesada que estaba poniendo sobre mis hombros. Él no sabía que desde muy pequeña me estaba imponiendo un deber consciente de que debía ser buena, que no me podía permitir equivocarme, y cuanto más lo intentaba peor me sentía, porque a poco que hiciera algo mal, por pequeño e insignificante que fuera a los ojos de cualquiera, para mí era un calvario, una tortura. No había hecho gala a mi nombre. Ya me podían haber llamado "La que lo intenta", pero no, la que ES buena. Es frustrante. Y he ido a peor, cada vez más inmerecedora de llevar mi nombre.

Pues continúo. No soy capaz de perdonarme. Tengo tantas manchas que ensucian mi buen nombre que no soy capaz de borrarlas. Y restan.

Esto que aquí son pocas líneas, de noche entre sudores, se me hace eterno.

Pero entonces hago algo que me ayuda mucho y me calma: me pongo a rezar, pido perdón nuevamente por todo el mal cometido, me imagino arropada por un Jesús que sé que me quiere con un amor mucho mayor que el que yo me tengo (por supuesto), que me aparta de los pensamientos que me hacen daño y entonces le prometo que voy a ser buena, voy a ser una buena esposa, madre, enferma, hija. Seré tan buena que las restas se harán ridículas al lado de las sumas. Me dejo mecer en ese calor tan grande, y pido que no me lleve todavía, que me dé mucho tiempo para hacer crecer mucho las sumas. Y me duermo.

No he descansado el cuerpo, pero sí el alma, que es mucho más importante. Me despierto hecha polvo, pero dispuesta a #LevantarELAnimo y a dar sonrisas y a ser buena. ¿Pero por qué tardo tanto en ponerme a rezar, si sé que es el único alivio?

Me da rabia tener que dar la razón a mi cuñado: si no duermo es que tengo mala conciencia. En fin.

Comentarios

  1. Este post me ha hecho pensar, y me gustaría escribir algunas ideas relacionadas con lo que nos escribes.
    La verdad es que es difícil ser santo, muy difícil, y para no fallar nunca a los demás y no perder los nervios en más de una ocasión durante el día, creo que hay que estar muy cerca de la santidad, y eso es tremendamente difícil. Pero por otra parte te animo a pensar en la cantidad de cosas buenas que has hecho en todos los años, lo que suma y no lo que resta, seguro, segurísimo que es mucho, muchísimo .... y todos los que te conocemos podemos asegurar que así es. Está claro que la condición humnana nos hace resaltar los aspectos que menos nos gustan, porque nos hubiera gustado acertar siempre (es decir ser santo). Alegrate, alegrémosnos por todo lo bueno , y disfrutémoslo, seguro que esto nos #levantaráELAnimo. Ánimo y a intentar mejorar cada día.
    Espero que HOY duermas bien.
    JL

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias José Luis. Me encanta que me escribas y tienes toda la razón. Aunque debemos aspirar a ser santos, es tremendamente difícil y quizá deba ser menos exigente conmigo misma. Este post me ha ayudado mucho, no creas, me ha ayudado tanto que he dormido como un bebé. Escribir sobre cómo me siento me es muy útil porque ordeno ideas y aclaro dudas. Un beso y #TeRegaloUnaSonrisa

      Eliminar
  2. Querida Agueda:

    La vida es como un gran espejo, no es tan importante la opinión que tengamos de nosotros mismos, son los demas los que nos valoran, son ellos los que nos dicen cómo somos y si merecemos o no la categoria de "buenas personas".

    Mira a tu alrededor..., comprueba cuánta gente te acompaña en este camino que es la vida, descubre lo a gusto que estamos en tu compañia y sabrás que realmente haces honor a tu nombre.

    Ni una noche más sin dormir por esta angustia

    ¡¡ déjate que te queramos¡¡... aunque te equivoques.

    Marta Martos


    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Marta, gracias de todo corazón por tus palabras. No quiero añadir peros aunque se me revelan dentro. Lo dejo donde tú lo has dejado, me dejo querer y procuraré no volver a pasar ni una noche de angustia. Millones de besos.

      Eliminar
  3. Pues, con el debido respeto, creo que ni tu cuñado ni tú tenéis razón en lo referente a la mala conciencia, pues entiendo que la conciencia nunca puede ser “mala”. Todas las personas sin excepción cometemos actos que no son motivo de orgullo, la excepción llega al reflexionar sobre esos actos poco edificantes: unas personas o no lo hacen o justifican cualquier acción que hayan llevado a cabo y otras personas son conscientes del mal hecho e intentan enmendarlo. Son estas últimas las únicas que tienen conciencia y esta conciencia les ayuda a intentar no repetir errores: la conciencia, por tanto, nunca puede ser mala. Un poco cabrita tal vez; mala nunca.

    Tras esta digresión, comento un poco tu artículo. No sé qué manchas son esas que ensucian tu nombre, aunque sospecho que ni son tantas ni ensucian tanto como tú crees en tus noches de insomnio. Pero pongámonos en el peor de los casos y supongamos que hubieses matado, hubieses robado, hubieses torturado e, incluso, hubieses dejado de seguirme en Twitter –¿concibes acaso mayor maldad?–: aun así, habiendo sido una mala malísima de primerísimo nivel, es tanta la bondad de Jesús que, si tu arrepentimiento es sincero, te perdonará. Y tu buena conciencia también. Así que, querida Águeda, puedes dormir muy tranquila y espero que así lo hagas.

    Un beso, guapa.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Querido Rafa, aspirante a pensador, con gran éxito según me parece a mí. Me encanta escribir estas "pajas mentales mías" porque me devolvéis reflexiones mucho más inteligentes y sabias que las mías. Me alegra que me des argumentos para rebatir a mi cuñado, pero no por tocarle las narices, sino porque me has convencido. Me gusta mucho tu modo de verlo, lo de la conciencia como mucho cabrita, pero no mala. Efectivamente, mejor es tener conciencia que no.
      Y por lo de dejar de seguirte en Twitter, no temas, ya no soy mala malísima ;-) Ademas me arriesgaría a perder un muy entretenido rival de Apalabrados. Un beso y ya sabes #TeRegaloUnaSonrisa

      Eliminar
  4. Hola Águeda, soy tu primo Fernando.

    Acabo de leer tu entrada en el blog y he de decirte que me siento identificado con tu reflexión. En el afán de buscar la perfección nos encontramos con nuestra infinita fragilidad. Es angustioso sentirte tan consciente de tu propia imperfección. Nos pasa a todos.

    Te puedo decir que a mi, la lectura atenta y reposada de la Biblia me ayuda a darme cuenta de que no estoy solo, de que estoy recorriendo un camino que ya ha sido recorrido por otros anteriormente. Que lo importante es estar bien orientado y en marcha hacia lo que debe ser el destino final de todo ser humano, criatura de Dios, la santidad.

    No se trata de mirar atrás sino hacia delante.

    Muchos besos, querida prima.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Fernando! Ni te imaginas la ilusión que me hace que me leas y me escribas :-) Me gusta especialmente tu comentario porque veo que me entiendes perfectamente y veo, que aunque hayas podido sufrir esos mismos miedos, los superas de la misma forma que yo, dejándote acompañar por Jesús que es el verdadero consuelo. Yo no suelo leer la Biblia (tengo que mejorar en esto) pero me gusta últimamente rezar el Rosario, contemplando en cada Misterio de la vida de Jesús una gran muestra de su Amor y Misericordia. Un beso enorme y a ti también #TeRegaloUnaSonrisa.

      Eliminar
    2. Águeda: te recomiendo la lectura, y la exégesis asociada, del salmo 40 (http://www.adorador.com/salmos/salmos_040.htm).

      Espero que, como a mí, te reconforte.

      Un abrazo.

      Fernando.

      Eliminar
    3. Hola Fernando, te agradezco mucho que me mandes este salmo. Lo he leído con detenimiento y me ha gustado. Es bueno saber que gentes santas han sentido las mismas cosas que uno mismo y tiene mucho valor para mí la gran confianza de David en que Dios le va a liberar y socorrer. A mí Dios ya me está socorriendo con todo lo que me estáis escribiendo, porque Dios se vale de las personas que nos rodean. Un beso primo!!

      Eliminar
  5. Querida Águeda: Varias cosas y por orden:

    1º Tu tío jesuita no te imponía una conducta. Certificaba una realidad: "La que es buena". He estudiado con ellos y conozco sus razonamientos.

    2º Según un estudio que he realizado, sale por unanimidad que Águeda es buena persona.

    3º Una chica de Bilbao es, por definición, buena gente.

    4ª La próxima vez que escribas lo de "las manchas que ensucian tu nombre" te pongo una querella por autodifamación

    5º Desde hace poco tiempo tomo una vitaminas alemanas específicas para el insomnio y los calambres en las piernas. Como habrás podido comprobar me duermo hasta en la piscina.

    6º Si nos preocupamos por lo que hemos hecho en el pasado, aquí no se salvaba ni San Pablo. Especialmente este.

    Con todo mi cariño y respeto ya sabes que hay sufrimientos y sufrimientos inútiles. Olvídate de los últimos. Please.

    Muchos besos y que "la fuerza te acompañe".

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ay Paco! No sabes las carcajadas cuando leo lo que me dices y cómo me lo dices. Está claro que tu sabiduría es grande pero sobre todo me la transmites de tal manera que se me graba a fuego. No me olvidaré nunca del punto 5, lo prometo, jamás me volveré a autodifamar. Ademas es cierto, si soy de Bilbao soy buena por definición ;-) me ayudas enormemente a #levantarELAnimo así que un beso y #teRegaloUnaSonrisa

      Eliminar
  6. Agueda soy Concha,suscribo punto por punto todo lo que te dice Paco...pero si eres gran amiga ,estupenda madre y esposa,cariñosa,amable,fuerte,sensible...tienes el deber y la obligación de DORMIR A PIERNA SUELTA(sin calambres),que dirían en mi pueblo...o me enfado..jaja...bssss

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Querida Concha, tú si que eres gran amiga y vecina. ¡Qué alegría que me escribas! Realmente mi post me ha generado tanta satisfacción y tanta paz, que voy a dormir A PIERNA SUELTA MUUUUUUCHO TIEMPO. Sois los dos, un amor de personas. Gracias. Un beso enorme y también #TeRegaloUnaSonrisa :-))

      Eliminar
  7. Queridísima Águeda,
    Me leí el post en cuanto me llegó tu aviso. Hace ya unos cuantos días. Pero me volviste a dejar sin palabras. Así que, tras mucho pensar que se puede decir ante un post como este, y tras leer todos los comentarios que te han hecho, observo con alegría que lo que te dice Marta Martos es exactamente lo que me hubiera gustado decirte, me gusta mucho todo su contenido, no le quito ni una coma.... y así lo suscribo y te mando un porrón de besos .... y muchas ovejitas (para que las puedas contar y te ayuden a dormir) Bss

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. me encanta eso que te dice de....
      "Mira a tu alrededor..., comprueba cuánta gente te acompaña en este camino que es la vida, descubre lo a gusto que estamos en tu compañia y sabrás que realmente haces honor a tu nombre".....
      .... sigo pensando en todo ello....

      Eliminar
    2. Hola Alfonso!!! Perdón por contestarte tan tarde, pero es que me he liado bastante con cosillas. En fin, que a mí también me gusta mucho eso que dice Marta, saber que estoy rodeada de mucha gente es un privilegio, que considero un regalazo. Creo que no me merezco tanto, pero eso es otra historia. Gracias por leerme, amigo, y por escribirme, sabes que eso me ayuda mucho. Un beso enorme y también #TeRegaloUnaSonrisa

      Eliminar
  8. Sólo dos frases para que refelxiones sobre ellas cuando no puedas dormir, en vez de calentarte la cabeza...:
    1. -¿Es lo mismo ser buena que perfecta? Dios nos quiere "perfectos" o como somos?
    2. Esto no es mío sino de Santa Teresa: "Cuanto más me acerco a la luz, más claras veo las manchas de mi vestimenta"... (No hace falta explicarlo¿verdad?

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Qué alegría leerte por aquí! No creo realmente que ser buena sea igual a ser perfecta. Pero sí creo que Dios quiere que siendo como somos, nos perfeccionemos. Es más Dios quiere que nuestro amor por Él sea perfecto. Pero lo que he descubierto es también muy importante: que Dios no se enfada porque no lo logremos, sino que se alegra infinitamente cada vez que avanzamos, por eso no hay que tener miedos.
      El libro "El regreso del hijo pródigo. Meditaciones ante un cuadro de Rembrandt" de Henri J.M.Nouwen. Me ha abierto los ojos en este sentido, por eso lo recomiendo a todos. Un beso y también #TeRegaloUnaSonrisa.

      Eliminar

Publicar un comentario

Cualquier cosa que me puedas aportar me gustará y la sabré aprovechar. Adelante!
Debido a varios ataques de spam a mi blog he tenido que activar la verificación de palabras para poder incluir un comentario. Siento las molestias.

Entradas populares de este blog

Ha llegado el momento

Hacerme nada

Apóstol del sufrimiento