La lupa de la justicia

El  viernes pasado, en misa, se leyó el evangelio de S. Mateo, en el que se decía "Si tu ojo derecho te hace caer, sácatelo y tíralo. Más te vale perder un miembro que ser echado entero en el infierno" Mt. 5.
Se refería al adulterio y al divorcio. Es de esas lecturas que te dejan el cuerpo tembloroso, temeroso por las consecuencias de estos actos, tan frecuentes hoy en día. En ese momento hasta llegas a preguntarte si la Misericordia de Dios no funciona en estos casos. Jesús es muy contundente y claro en este pasaje, y asusta un poco.

El domingo, el Evangelio de S. Lucas, muestra algo que parece el segundo capítulo de una serie televisiva, en el que todo se arregla. Me encanta este final para la serie. En este episodio Jesús muestra su infinita Misericordia hasta para los peores pecados y perdona tanto más cuanto mayores son las faltas cometidas. ¡Qué alivio! A continuación copio la parábola que Jesús utiliza para enseñar a su anfitrión, que el amor de la pecadora hacia Él es inmenso porque sus pecados también lo eran, y por su arrepentimiento sincero le ha devuelto un perdón inmenso. "Sus muchos pecados están perdonados, porque tiene mucho amor; pero al que poco se le perdona, poco ama":

"Jesús le dijo (a Simón, el fariseo que le invitó a comer en su casa): - <<Un prestamista tenía dos deudores; uno le debía quinientos denarios y el otro cincuenta. Como no tenían con qué pagar, los perdonó a los dos. ¿Cuál de los dos lo amará más?>>

Simón contestó: - <<Supongo que aquel a quien le perdonó más>>

Jesús le dijo: - <<Has juzgado rectamente>>" Lc. 7.

Y entre estas dos misas leo en el periódico El Mundo del viernes 14 de junio una noticia que me escandaliza, que me hace daño, que nos hace daño a todos los cristianos, a la Iglesia de Jesús: El "lobby" gay del Vaticano, bajo la lupa de la justicia. 

No voy a entrar en detalles escabrosos, pero lo que decía el periódico describe lo que yo interpreto como la invasión del mismo demonio en el Vaticano.

¿Cómo puede haberse colado hasta la cocina? ¿Cómo hemos podido permitir al mal ganar una batalla tan importante? Supongo que este "lobby" habrá leído la lectura del viernes, y habrá concluido que su actitud era similar a las descritas en ella. Lo que deseo de todo corazón es que al escuchar la del domingo hayan tomado conciencia de la magnitud de sus pecados e inmediatamente hayan desterrado al mal de sus vidas. Y de verdad deseo que amen tanto a Jesús y a su Iglesia como la pecadora que con sus lágrimas lava los pies del Maestro. Jesús perdona mucho, pues amémosle mucho.

Dejo aparte lo que una espera que ocurra desde la óptica mundana del castigo. Y lo dejo aparte porque hoy lunes he vuelto a ir a misa y el Evangelio era la continuación de la lectura del viernes: "En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: - <<Habéis oído que se dijo: "ojo por ojo, diente por diente". Yo, en cambio, os digo: no hagáis frente al que os agravia. Al contrario, si uno te abofetea en la mejilla derecha, preséntale la otra; al que quiera ponerte pleito para quitarte la túnica, dale también la capa; a quien te requiera para caminar una milla, acompáñale dos; al que te pide, dale, y al que te pide prestado, no le rehúyas>>" Mt. 5.
Voy a ser coherente y como dice el Padre Nuestro: "...perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden..."

Pues eso, que la lupa de la justicia cumpla con su cometido y nosotros a rezar para que el demonio se aleje de dónde hace mucho daño.