Señor ábreme los labios

carta
A veces Dios me despierta a las 5 de la mañana y llena mi alma con información. Puede parecer una hora inconveniente, y lo cierto es que me incomoda, pero realmente es una buena hora para escuchar a Dios. Creo que espera que cuente al mundo lo que me dice y no sé bien cómo hacerlo. Mi blog es la única respuesta, pero nunca llegaré a plasmar lo que el Espíritu me transmite. Entre otras cosas porque a veces me da pereza levantarme a escribir, y cuando trato de recordar más tarde, me cuesta organizar las ideas que flotan en mi cabeza.


Me siento como si esperara de mí una epístola de S. Pablo y no soy más que una inculta ignorante, incapaz de decir nada coherente. Todo el rato me viene a la mente esta oración:


comillas

Señor ábreme los labios y mi boca proclamará tu alabanza.



Pero claro, tengo sueño. Quizá sea una misión que me viene algo grande. Tiempo al tiempo.

Comentarios

  1. Hola Agueda, creo que esas no son horas de escribir, sino como bien dices, de escuchar. No hace falta ni que te muevas de la cama. Siente en el silencio la presencia de ese Dios amoroso que te envuelve y te regala un nuevo día, a ti, a tu familia, a todo el mundo, es como si te adelantaras al día, para estar despierta cuando este empiece a bostezar. Poco a poco, empiezan a piar los pajarillos, brillan tímidamente los primeros rayos de luz, y tu corazón al unísono con la creación da gracias a Dios por la vida. Eso es en si, el sentido de esa oración que repites.

    Claro que sí, que Dios te está pidiendo que escribas “tu epístola”, con la sencillez de quien confía en Él, con la pobreza de quien todo lo posee en Él, con la sabiduría que mana de la fe en Él. Y porque te sabes pobre e indigna podrás proclamar como María: Proclama mi alma la grandeza del Señor porque viendo mi pequeñez ha hecho en mi grandes maravillas.

    Un besote: Isabel

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Isabel, vuelves a dejarme sin palabras ¡Con qué claridad entiendes a Dios! Siento que Dios te ha puesto en mi camino para darme paz, para que no me aturulle ni tenga prisa por dar la talla. Para que aprenda a ser más comprensiva con mis defectos, más humilde. Doy gracias a Dios por ti, que Dios te bendiga siempre. Un beso gigante.

      Eliminar

Publicar un comentario

Cualquier cosa que me puedas aportar me gustará y la sabré aprovechar. Adelante!
Debido a varios ataques de spam a mi blog he tenido que activar la verificación de palabras para poder incluir un comentario. Siento las molestias.

Entradas populares de este blog

Ha llegado el momento

Hacerme nada

Apóstol del sufrimiento