El matrimonio como Dios lo pensó

Hay un modelo de matrimonio que no se lleva nada y sin embargo es el original, el más difícil de vivir, pero el que te dará la verdadera felicidad.

Es el matrimonio en el que tu esposo te ama siempre y sobre todo cuando no te lo mereces, cuando tú más le has fallado. Es ése en el que tu yo desaparece de verdad, porque ciertamente vives que eres una sola carne con el otro. Y una sola carne ya nunca puede dividirse porque no somos estrellas de mar.

Es el matrimonio en el que acallas esa voz que te pide a gritos imponer tu verdad, y dejas paso a la vocecilla casi inaudible del ceder, del nosotros; porque eligiendo el nosotros el amor crece y se multiplica incluso aunque el otro no se merezca tu amor.

El matrimonio como Dios lo pensó, como culminación de la creación del mundo, como reflejo del amor de la Santísima Trinidad, o sea, como el amor de Cristo en la Cruz, que pudiendo rechazarla, no lo hizo y permaneció clavado hasta el final. Un matrimonio así no se puede romper, porque Dios es fiel hasta las últimas consecuencias, y ese tipo de amor es el que el matrimonio debe mostrar al mundo, principalmente a los hijos.

El matrimonio en el que uno puede incluso desaparecer humillado, para salvar al otro, como Cristo se hace invisible en la Eucaristía para salvarnos.
Es difícil, pero es la voluntad de Dios.

El matrimonio así vivido es el camino que trata de mostrar el retiro para matrimonios de Proyecto Amor Conyugal. Es una ventana por la que puedes tocar un cachito de Cielo, y una vez tocado, ya no quieres otra cosa para ti. Ya nadie querría vivir en un matrimonio mediocre, aburrido y aunque cueste y te lleve siglos, vivirás para lograr ese Cielo, ya aquí en la tierra.

En el retiro descubres que tu esposo es la Ayuda Adecuada para ti, de la que se habla en el Génesis, y que Dios nos pensó juntos desde toda la eternidad para llevarnos mutuamente al Cielo.

Este fin de semana pasado hemos hecho este retiro por segunda vez en nuestra vida, ahora como servidores a otros matrimonios; hemos sido matrimonio custodio ¿no es precioso este papel?. Y lo haré siempre que pueda para ayudar a otros matrimonios; también porque la gente que lo impulsa y saca adelante es gente de corazón inmenso, dispuesta a todo por ayudar a Nuestra Madre en su afán de que redescubramos el matrimonio como Dios lo pensó al principio.