El propósito
Cuando empecé con este blog me daba vergüenza, y aún más miedo, mostrarme ante el mundo tal cual soy; pero algo en mi interior me empujaba. Con el tiempo, algo en mi exterior también: mi santo esposo. Cuento esto porque realmente no tenía un propósito claro, salvo el de reflexionar y poner orden en lo que me estaba ocurriendo en el cuerpo y en el alma. Y no sé por qué decidí hacerlo público; quizá pensé que a alguien le podría interesar. Lo que seguro no pensé es que fuera una inspiración del Espíritu Santo. Ahora sé que fue cosa suya, ¿qué otra cosa podría ser?. El otro día en el Evangelio de Misa, Juan el bautista decía esta frase: "Yo no lo conocía, pero he salido a bautizar con agua, para que sea manifestado a Israel" (Jn 1, 31) Sentí que ese era el propósito verdadero de mi blog, manifestar a Jesús a todo el que se acerque a leerlo, incluida yo misma porque tampoco lo conocía. El bautismo de Juan es, en mi caso, escribir estos artículos. Realmente creo que...