Entradas

Una mala noche...

Imagen
Hace unas semanas, la fraternidad de familias invencibles nos pidió grabar un pequeño vídeo para transmitir nuestra esperanza a pesar de nuestra enfermedad. Era para proyectarlo en su XXV encuentro de familias invencibles de toda España. Quedó muy bien, con alguna nota graciosa por mis metidas de pata cada vez más frecuentes -la ELA tiene estas cosas, es un remedio infalible contra la vanidad-. Decidimos dejarlo tal cual, porque quedó gracioso y así reforzaba mi lucha por la humildad.  El asunto era que elegí una frase de Santa Teresa de Jesús y me quedé enganchada en el botón de leer la frase. Alejandro le echó gracia al gazapo y dejó muy buen colofón. En el vídeo decíamos que esta enfermedad nos ha unido entre nosotros y fundamentalmente nos ha unido a Dios. Sufrimos con Él en la cruz y estamos seguros de que estaremos con Él en Cielo. Esta es nuestra Esperanza. Y al final decía yo que esta enfermedad, esta vida, no deja de ser "una mala noche en una mala posada". Siguiendo...

Oveja rescatada

Imagen
  Muchas veces me he preguntado por qué el Señor me regala tantos dones y gracias. Me lo pregunto porque me suelo ver siempre con toda la colección de pecados que llevo a la espalda y de algún modo pienso que los regalos de Dios son condicionados por los regalos que nosotros le hacemos a Él. No me veo con los ojos de Dios, que se alegra más por la oveja extraviada que por las noventa y nueve que no se habían extraviado (cf. Mt 18,13); y que sus regalos, la misericordia primero, y después todo lo que nos quiera dar , son completamente gratuitos. Está mal, lo sé, y trato de corregirme una y otra vez. Me veo así, pero con la confianza en su infinita misericordia intacta -gracias a Dios-. También tengo intacta la convicción de que Dios me regalará algún día la gracia de verme a mí misma con los ojos de Dios.    Junto a este sentimiento de culpa que arrastro, también me vengo arriba con la alegría del Buen Pastor. Alegría que desborda la lógica humana. Esa alegría desbord...

Confianza ciega

Imagen
Veo con claridad que, tener algo que ofrecer al Señor, puede ser perjudicial para el alma, especialmente si son grandes obras, como la ELA, que es mi caso. Corremos el riesgo de pensar que son nuestras ofrendas las que nos alcanzan la salvación. Pero no depende de ellas, la salvación es un don de Dios. Los bienes espirituales que ofrezco a Dios son, para empezar, dones que me ha dado Él y por tanto sólo le doy lo que es suyo. Pero es que ni siquiera el hecho de ofrecer es cosa mía; todo es gracia de Dios. Yo comprendo estas cosas por pura gracia de Dios.  Es para mí un misterio el porqué de este regalo de su gracia para mí y no para otros, si a todos nos quiere igual.  No nos salvan los bienes espirituales que ofrecemos; nos salva la infinita Misericordia de Dios, a través del Hijo clavado en la Cruz. Me pregunto pues qué espera Dios de nosotros, si no cuentan para la salvaci ón. A decir verdad, sí cuentan, para demostrar el amor con que le amamos, porque la fe sin obras está ...

Custodias de barro

Imagen
Tengo una amiga que muchas veces cuando me ve me dice que tengo que escribir un artículo sobre un piropo que ella siempre me dedica, y que una y otra vez me emociona y, cómo no, me hace llorar. Yo creo que he escrito sobre ello muchas veces, aunque nunca en el mismo sentido; puede ser que me equivoque porque me olvido de mis artículos al poco de publicarlos. Es curioso que tengo una memoria de elefante para casi todo, pero para esto y para las películas, memoria de mosquito.  Ella siempre me dice que soy una custodia viva, que a mucha gente le cuesta ver a Jesús en la custodia del altar, pero, cuando me ven a mí, ven a Jesús. Es un piropo bien intencionado, pero, aunque en cierto modo es así, no es tan excepcional como ella lo dice.  Todos somos custodias por unos minutos después de comulgar, pero custodias de barro. Y también es cierto que Jesús permanece en el corazón, por el Espíritu Santo, y tenemos la obligación de llevar a Jesucristo al prójimo. Pero no yo, ¡todos! La ún...

Hacerse pequeños para conocer

Imagen
Recientemente he podido comprobar cómo el saber de muchas cosas, profundizando hasta los tuétanos de las cosas, puede ser un obstáculo para encontrarse con Dios. No digo esto para criticar o preocupar a quienes saben mucho, porque también conozco a varios que sabiendo mucho conocen a Dios y lo tratan con humildad y devoción. Tampoco yo soy precisamente tonta y estoy segura de que, aunque mi relación con Dios es verdaderamente mejorable, recibo muchas luces que me muestra Él. No sé cuál es la palanca que hay que accionar para que se clarifiquen los misterios de Dios. Yo no lo sé, y por eso sentía que no podría escribir sobre esto, aunque con insistencia me venía el tema en la oración. El pasaje del Evangelio en el que Jesús da gracias a Dios Padre porque ha ocultado estas cosas a los sabios y entendidos me parece cuanto menos difícil de entender. En aquel momento tomó la palabra Jesús y dijo: "Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a...

Sin aspecto humano

Imagen
Mi enfermedad tiene un síntoma realmente molesto. Bueno, tiene varios, pero ahora me quiero fijar en la respuesta exacerbada de las emociones. Si algo me hace gracia, me muero de la risa, pero no me importa demasiado porque, como no emito ningún sonido, no es molesto; de hecho me encanta reírme. Pero es otro cantar cuando me emociono con algo. Pongo una expresión terrible, a pesar de que lucho con todas mis fuerzas para no mostrar nada al exterior. Da igual que sea tristeza, dolor físico o algo conmovedor; en todos los casos se me desencaja la cara. Pongo una expresión que se parece a "el grito" de Munch. Para mí que este pintor pensó en mí cuando lo pintó, o por lo menos tenía un conocido con ELA. Seguro que os podéis hacer una idea de cómo ha sido mi Semana Santa en cuanto a caras de ésas. Celebraciones preciosas y emotivas, con canciones inspiradoras de música armoniosa. No he parado de llorar y agobiarme porque la gente que me veía podía asustarse. No es una manera de hab...

La felicidad máxima

Imagen
El otro día escribí un post en X en el que decía que ahora estoy muy enferma, pero que nunca he sido tan feliz como lo soy ahora. Pero al poco de escribirlo, una persona, que no se queda en el envoltorio, me dijo que no había explicado el porqué. Tenía razón, pero no me sentí capaz de explicar nada por X, en unos pocos caracteres; sin embargo he pensado que el tema merece al menos un artículo. "El hombre vive de la Verdad y de ser amado, de ser amado por la Verdad" Esta cita de Benedicto XVI en el libro Jesús de Nazaret refleja, para mí, la esencia de la vida humana. Esto lo veo ahora, pero no lo veía al principio. La certeza de que Dios es la Verdad y de que ama con amor inefable su creación, transforma la existencia de cualquiera. Pero, si este conocimiento desborda la razón y asalta el corazón, te empuja hacia una existencia abandonada en su Sacratísimo Corazón, y a no hacer ni decir nada que no le incluya a Él. Es un estado de confianza tal que desaparece todo temor, l...