Bendito pecado...


Hace muchos años tuve una conversación con una amiga que me preguntó por qué tienen que ocurrir cosas tan graves, como mi ELA, para acercarse a Dios y darse cuenta de que Él es lo principal. No guardo recuerdo de lo que le contesté, pero ahora sí sé lo que le diría.

Lo que a mí me ha acercado a Dios no ha sido mi enfermedad, sino mi pecado. Diría que mi enfermedad ha sido el catalizador que ha acelerado todo el proceso, pero, realmente, lo que me acercó a Él es el dolor por mis pecados.

El dolor por mis pecados, el arrepentimiento, es lo que me ha llevado a buscar la Misericordia de Jesús y a amarle cada día más y a vivir siempre agradecida. 
 
Pero la cuestión es que a mí esto me ha transformado porque creo que existe el pecado y creo que el pecado tiene consecuencias para la vida eterna; es más, tiene consecuencias para la vida presente.

A veces, entre dos que se conocen mucho, es cierto que no hace falta pedir perdón con palabras, porque una mirada es suficiente, y pienso que equivaldría al acto de contrición al inicio de la Misa. Pero esto sirve en ambos casos para cosillas pequeñas.

Yo he tratado mucho tiempo de vivir arrepentida, cambiando de vida, pero sin recibir la absolución sacramental y todo era inútil porque seguía habiendo inquietud. Y es que nuestras propias fuerzas son insuficientes para obtener la paz verdadera, porque yo no puedo perdonarme a mí misma; sería como si yo pego a alguien, me arrepiento y me perdono yo; un "todo en uno". Hacen falta la gracia y la certeza de haber sido perdonado y ésas sólo se reciben por el Sacramento.

Si no creyera que Dios es el principal agraviado por una vida apartada de Su voluntad, de Su plan para conmigo, ya sea matando, robando, mintiendo, no debiéndole la adoración justa por ser quien es o cualquiera de la interminable lista de posibles perversiones humanas, no habría recurrido a la confesión. Y el hecho es que sí es el principal agraviado, aunque pensemos que no, incluso aunque vayamos por la vida como si no existiera. Es más, aunque a Él no le afectase nuestro pecado, es el principal agraviado; y por tanto se merece nuestra disculpa. Además el Señor, aunque no tendría porqué, con el Sacramento nos regala la gracia para luchar contra todo lo que nos hace tropezar y caer. 

Creo por tanto y sorprendentemente que mi pecado, por así decir, ha servido para algo bueno en mi vida. Suena fatal -lo sé-, pero así visto se entiende muy bien lo que se dice en la liturgia de la Vigilia Pascual: "bendito pecado que mereció tal Redentor". Puedo decir que agradezco a mis pecados, a los que aborrezco, y sin embargo miro de frente, que me han empujado a un sincero dolor y arrepentimiento, porque es gracias a ellos que he recibido el abrazo de Jesús que más paz me ha dado y que me ha abierto la puerta del Cielo. ¡Qué gran misterio!

Y esto, el abrazo, muchos se lo quieren perder, porque: nada es pecado; creen que el hecho de que Dios nos perdone todo, convierte todos nuestros actos en aceptables; como Dios perdona todo, no hace falta pedir perdón; como ya nos ha perdonado todo en la Cruz, podemos hacer lo que queramos; porque como Dios es bueno, no nos dejará precipitarnos en el abismo... menuda trampa.
 
No quiero terminar el artículo dejando este aroma de oda al pecado y así como el pecado mereció tal Redentor, yo voy a decir "bendito arrepentimiento que mereció la Gloria".

Comentarios

  1. Preciosa reflexión, gracias como siempre por tu mensaje.

    ResponderEliminar
  2. Me encanta tu reflexión Águeda, la tortura de sentirse pecador solo se alivia en la reconciliación y recibiendo la infinita misericordia de Dios. Te mando un abrazo, Piedad desde Boston

    ResponderEliminar
  3. Me hace bien veros como familia preciosa y unida en cada Misa. Ya me dices el secreto

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo siempre lo achaco a que Dios está muy presente en el día a día. Pero sólo Dios sabe 😊

      Eliminar
  4. Buuaaaa!!!! Que preciosidad Águeda!!! Y que magníficamente explicado,!!!
    Gracias por la luz que me das ! Por tu profundidad!!

    ResponderEliminar
  5. ¡Qué preciosa y profunda reflexión Águeda!. La herida es lo visible pero el origen esta en el interior, donde Dios trabaja con Amor y Misericordia. Agradezco tremendamente la luz que nos das

    ResponderEliminar
  6. Gracias Agueda como siempre por tus enseñanzas, luz y ejemplo de fe
    confianza y fortaleza. Siempre le pido a Dios eso y tu eres un claro ejemplo

    ResponderEliminar
  7. Excepcional interpretación de la relación del alma con Dios. Creo que el pecado, que aborrecemos igual que Él, de alguna manera, perfecciona nuestra relación con Dios.Sólo Dios basta.

    ResponderEliminar
  8. Dios es Amor y como dices nos perdona todo a través del sacramento del perdón y nos colma de gracias cada vez que acudimos a confesarnos. Todos tenemos esa lucha día a día entre el bien y el mal por nuestra naturaleza caída pero teniendo a Cristo en nuestras vidas salimos victoriosos. Dios con nosotros. Gracias Águeda por tu reflexión. Seguimos unidos en oración un abrazo grande para los dos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Bendita lucha que nos impulsa hacia Dios 🙏 muchas gracias 😊

      Eliminar
  9. Si siete veces en un día vuelve a decirte: «Me arrepiento», lo perdonarás. Lc 17,1-6 Querida Águeda es impresionante, que pongas de manifiesto como las almas que se sienten amadas por Dios, llegan a a reconocer su pecado, y por tanto piden perdón y perdonan

    ResponderEliminar
  10. ¡Es fantástico Agueda! A veces creo que me lees la mente... Llevo años tratando de enmendar mis erores y pecados del pasado. Pidiendo perdón por ellos y esforzándome por ser mejor persona y acercarme más y más a Dios cada día. Pero lo cierto es que tengo la sensación de no llegar nunca y no sé si llegare alguna vez y si es acaso que tengo que llegar a algún lado. Ciertamente en ocasiones me veo perdido, pero entonces te leo, me veo reflejado en muchas de tus reflexiones y me ayuda a seguir avanzando en ese camino hacia Él, aunque sé que es misión imposible llegar.
    Muchas gracias como siempre Agueda, de vuestro amigo Rafa :-)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No sabes la alegría que me da saber que en algo te pueden ayudar mis reflexiones, que Dios te bendiga 🙏 ♥️

      Eliminar

Publicar un comentario

Cualquier cosa que me puedas aportar me gustará y la sabré aprovechar. Adelante!
Debido a varios ataques de spam a mi blog he tenido que activar la verificación de palabras para poder incluir un comentario. Siento las molestias.

Entradas populares de este blog

Mi sicomoro

Amor que transforma

Como un niño